Seres humanos que huyen de dramas saltan la valla |
Ser de izquierdas no es solo apoyar la redistribución de la riqueza para luchar contra la desigualdad mediante la justicia social. Es ser progresista y luchar por los derechos de colectivos perseguidos o menospreciados y buscar un futuro esperanzador. Es defender la educación y sanidad para todos, combatir el cambio climático, ser feminista, lograr la igualdad, desear políticas de género… Pero, sobre todo, ser de izquierdas, es defender los derechos humanos y ser empático y sensible con el prójimo que lo pasa mal.
Los migrantes lo pasan mal y la atroz masacre de Melilla no debe quedar impune. Nadie se va de su país si encuentra lo que busca. Hay que ejercer un control de fronteras de manera ordenada y racional, sin violencia y respetando los convenios internacionales. Las mafias son culpables, sí; pero no lo son menos quienes, desde el poder, no canalizan el flujo de migrantes escuchando y dando respuesta justa, uno a uno como marcan las leyes, a todos ellos.