sábado, 28 de noviembre de 2015

Tenemos que protegernos del complejo militar-industrial

Dwight Eisenhower
El presidente norteamericano Dwight Eisenhower alerta de los peligros de la industria militar.
Lo que viene a continuación no lo digo yo:
[…] Hasta el último conflicto mundial los Estados Unidos no tenían una industria armamentista. Fabricantes americanos de arados podían, llegado el momento necesario, fabricar también espadas. Pero ya no podemos asumir el riesgo de improvisaciones de emergencia en materia de defensa nacional. Nos hemos visto obligados a crear una industria armamentista permanente de inmensas proporciones. Sumado a esto, tres millones y medio de hombres y mujeres están directamente empleados en el sector de la defensa. Anualmente gastamos solamente en seguridad militar más que los ingresos netos de todas las corporaciones de los Estados Unidos.
Esta conjunción entre un inmenso sector militar y una gran industria armamentística constituye una novedad en la historia americana. Su influencia es total: económica, política, incluso espiritual, se deja sentir en cada ciudad, en cada casa, en cada despacho del gobierno federal. Reconocemos la necesidad imperiosa de este desarrollo. Sin embargo, no podemos dejar de comprender sus graves consecuencias. Nuestro trabajo, nuestros recursos y medios de vida están, todos ellos, involucrados. También lo está la estructura misma de nuestra sociedad.
En los consejos de gobierno, debemos protegernos de la adquisición de influencia injustificada, ya sean buscadas o no, por parte del complejo militar-industrial. La posibilidad de un aumento de poder desastroso e inapropiado existe y persistirá. No debemos permitir que el peso de esta combinación ponga en peligro nuestras libertades o procesos democráticos. No debemos tomar nada por sentado. Sólo una ciudadanía alerta y bien informada puede compeler la combinación adecuada de la gigantesca maquinaria de defensa industrial y militar con nuestros métodos y objetivos pacíficos, de modo tal que seguridad y libertad puedan prosperar juntas.
La revolución tecnológica en las últimas décadas está relacionada con […] los cambios radicales de nuestra posición militar-industrial. […] Una proporción cada vez mayor se lleva a cabo bajo la dirección del gobierno federal.
[…] En parte debido a los enormes costos implicados, el contrato estatal se convirtió prácticamente en el sustituto de la curiosidad intelectual.
[…] No obstante, y con todo el respeto que merece y debe tener la investigación científica, debemos estar alerta frente al peligro de que la política pública pueda caer cautiva de una élite científico-tecnológica.

[…] Otro factor en el mantenimiento del equilibrio tiene que ver con el elemento tiempo. Cuando escrutamos el futuro de la sociedad debemos evitar la tentación de vivir sólo para el presente, saqueando en aras de nuestra propia comodidad y conveniencia, los preciosos recursos del mañana. No podemos hipotecar el bienestar material de nuestros nietos sin arriesgar al mismo tiempo también la pérdida de su herencia política y espiritual. Queremos que la democracia sobreviva para todas las generaciones futuras, no que se convierta en el fantasma insolvente del mañana. […]
Este es el discurso de despedida pronunciado por el presidente norteamericano Dwight Eisenhower el 17 de enero de 1961, tras ocho años de mandato (1953 – 1961). El presidente, preocupado por el monstruo que han creado, se pregunta qué hacer con esta terrible industria. Y lo hace con gran claridad. Hay que tener en cuenta que Eisenhower, cuando habla de “complejo militar-industrial” sabe perfectamente de lo que está hablando ya que estudió en la academia militar de West Point y, en los años treinta fue el asistente militar del general MacArthur en Filipinas. Durante la Segunda Guerra Mundial ascendió a general y más tarde le nombraron comandante en jefe de la operación de desembarco en el norte de África del ejército aliado. Dirigió el asalto de los aliados al continente europeo con la invasión de Sicilia y la campaña posterior en Italia. Por todo ello se lo otorgó el mando sobre el desembarco de Normandía, conocida como Operación Overlord. El éxito del desembarco fue primordial para el final de la guerra lo que le confirió gran prestigio y popularidad. Poco después capitaneó la victoriosa ofensiva final contra el Tercer Reich y fue nombrado jefe del Estado Mayor, sustituyendo a George Marshall. Más tarde fue nombrado jefe supremo de las fuerzas de la OTAN.
Todo un mensaje de despedida clarividente de lo que ahora, y desde hace muchísimos años, viene ocurriendo en el mundo, donde las corporaciones de armamentos se han infiltrado por todos los resquicios del poder civil logrando un poder absoluto para decidir las guerras que hay que luchar.

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En otro orden de cosas, el otoño está llegando a su fin y el duro invierno está a las puertas mientras la ineptitud y dejación de funciones de la política europea hace que los refugiados, niños, jóvenes, adultos y ancianos continúen pasándolo fatal. Este miércoles murieron ahogados al menos catorce refugiados, entre ellos siete niños, al hundirse la barca en la que se dirigían a la isla griega de Lesbos partiendo desde las costas turcas.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

#NoEnMiNombre

No en nuestro nombre
No en mi nombre
Lo siento, pero no trago con eso de que el fin justifica los medios. Pertenezco a la vieja escuela y me educaron en aquello de que jamás deben pagar justos por pecadores. Tampoco soy “buenista” como tratan de estigmatizarnos los del PP. Por supuesto que hay que acabar con ISIS y con el Estado Islámico, pero hace ya demasiado tiempo que venimos sufriendo los mazazos de un terrorismo sin fronteras en cualquier punto del planeta sin que exista una auténtica determinación de acabar con semejante lacra. No es fácil, por supuesto. Pero la guerra por sí sola, por lo injusto de sus víctimas inocentes, ha demostrado que lo único que logra es engrosar las filas de los terroristas. Se deben tomar otras medidas que hasta ahora no han sido tomadas porque los poderosos velan por sus propios intereses y no dejan proceder a nuestras pusilánimes autoridades políticas. Estas son:
Acabar, de manera inmediata, con los paraísos fiscales en todo el planeta y sin excepciones: de este modo el terror no podrá financiarse tan fácilmente. Como “beneficio colateral” (este sí que es del bueno) se acabaría con la evasión fiscal y los países recaudarían más impuestos pudiendo distribuir más y mejor el bienestar de sus ciudadanos.
Acabar con el tráfico de armas, uno de los negocios más rentables que existen a nivel mundial, y que genera miles de millones de euros al año. Bélgica posee una larga tradición en este negocio, que por su entramado, es difícil de desmantelar. Ya sé que así, el negocio de muchos acaudalados desaparecería.

Acabar, en serio, con el contrabando de petróleo que sale de Siria y con el que, también, se financia el Estado Islámico.
Dejar de tener como “países amigos” a estados que financian el terrorismo, como son Arabia Saudí, Kuwait, Qatar, etc.
Una vez tomadas estas y otras medidas, habría que crear un ejército de intervención en la zona con países del entorno, que recibirían todo nuestro apoyo en logística y/o bombardeo a objetivos militares muy concretos sin riesgo para la población inocente que sufre la guerra.
De ese modo sí en mi nombre.

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En otro orden de cosas, el otoño está llegando a su fin y el duro invierno está a las puertas mientras la ineptitud y dejación de funciones de la política europea hace que los refugiados, niños, jóvenes, adultos y ancianos continúen pasándolo fatal.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Tu cuerpo

Tu cuerpo
En tus labios bebí la vida,
en tus ojos vi la esperanza,
en tu piel percibí la calma,
en tus poros apagué el deseo,
en tu cuerpo fundí mi cuerpo.
Es pasión cuanto poseo.

Nada podrá apagarla.

lunes, 2 de noviembre de 2015

¡Basta ya! No a las pieles

Sin piel
Sin piel
Hoy, 2 de noviembre, la organización animalista “anima naturalis” inicia la campaña "viste tu propia piel" contra el uso de pieles de animales. Pues claro, sin piel. Bueno, sólo con la nuestra. Hoy en día no necesitamos ninguna piel para vestirnos o abrigarnos. Existen numerosas alternativas: tenemos fibras vegetales (naturales extraídas del algodón, el lino, ramio, cáñamo, yute, etc.), artificiales (fabricadas a partir de materias primas naturales, como la celulosa o proteína vegetal) o sintéticas (derivadas del petróleo, como el nailon, el poliéster, las acrílicas y otras más). No hay excusas que valgan. Tampoco a nosotros nos gustaría ser desollados.
Lo que relato a continuación es una descripción concisa de la mortificación a la que son sometidos estos seres vivos, y se me revuelven las tripas sólo al escribirlo, es nauseabundo; por tanto puede herir su sensibilidad si decide continuar leyendo. Advertido queda: No es que “únicamente” se les mate para usar sus pieles tras haber tenido una existencia natural al aire libre, no. Es que no han vivido al aire libre. Han vivido un infierno interminable durante toda su vida. Han sido criados en granjas, dentro de jaulas pequeñas hacinadas en las que día tras día, animales habituados por su instinto a la libertad, casi no pueden moverse, lo que les provoca una angustia y estrés descomunal que hace que su salud mental se desquicie y derive en graves problemas neurológicos, como suelen ser la automutilación o, si conviven en jaulas colectivas, el canibalismo; lo mismo que nos pasaría a nosotros en circunstancias similares. Cuando llega la hora de matarlos, lo que para ellos sería una liberación después de semejante tormento, como su piel no puede resultar dañada, se convierte en su última tortura ya que son liquidados mediante electrocución anal, vaginal o bucal, simple desnucamiento a palos o, más habitualmente, en una lenta y agónica asfixia por inhalación de monóxido de carbono que, en demasiadas ocasiones, tan sólo les atonta, pues es más fácil, y por tanto más rentable, arrancarles la piel con la sangre aún caliente. Luego, sus cuerpos desnudos y sangrantes, son indecentemente arrojados a sus compañeros como alimento.
Es una práctica totalmente abominable, repulsiva. El lucro no puede generar tanto sufrimiento ni estar por encima de cualquier ética. Con esta cruel, e increíble por inmoral, narración de la realidad se comprende lo que ya en el siglo XIX apuntara el filósofo alemán Arthur Schopenhauer: “El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales”. A ver si entre todos logramos lo que anhelara su coetáneo, el escritor francés Théophile Gautier cuando decía que “Una de las glorias de la civilización sería haber mejorado la suerte de los animales”.
Pues eso, a ver si entre todos somos capaces de mejorar la suerte de los animales. Basta ya de crueldad. Sin piel. Pues claro que sí.

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En otro orden de cosas, el otoño continúa avanzando y el duro invierno llama a las puertas mientras la ineptitud y dejación de funciones de la política europea hace que los refugiados sigan pasándolo muy mal.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Rossi ningunea el Mundial de MotoGP

Bandera negra a Rossi
Esto es lo que, Dirección de Carrera, debería haber mostrado.
Si en Sepang Dirección de Carrera hubiera mostrado a Rossi la bandera negra, tal como era su obligación y hubiese hecho con cualquier otro piloto, ahora no se vería ninguneada por el Rossi marrullero de siempre, que ha recurrido de urgencia ante al Tribunal de Arbitraje del Deporte para tratar que se le retire la sanción impuesta por su acción contra Marc Márquez. La resolución se podría demorar hasta seis meses. El liante de Rossi lo que espera es la suspensión cautelar, y tiene todos los visos de que lo va a lograr.
Esto ocurre por tratar a Rossi con paños calientes. Dirección de Carrera debería saber que, en estas malas artes, el Rossi de siempre, se desenvuelve como pez en el agua.

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En otro orden de cosas, el otoño sigue avanzando y la ineptitud y dejación de funciones de la política europea hace que los refugiados continúen pasándolo muy mal.