La prepotencia de Aznar le impide perdir perdón a los españoles |
Tras la detención de Zaplana, se le reconoce a Aznar un brillante currículo: 22, de sus 34 ministros, están o han estado encarcelados, implicados o imputados en casos «aislados» de corrupción, por no enumerar presidentes de CC. AA. ni cargos menores. El inmenso estercolero de su legado corrupto arrasa España ahogando la justicia social y su insoportable hediondez engulle la sanidad, la educación, la igualdad y la convivencia, sin obviar el daño masivo de su «milagro económico” por la confluencia, felizmente irrepetible, de la creación del euro, la bonanza económica mundial, el expolio del patrimonio de todos y la especulación inmobiliaria que llevó al estallido de la gran burbuja con sus dramáticas consecuencias. ¿No somos dignos los españoles de su disculpa?
Seguro que Aznar no se rebajará a hablar a los mortales; pero cuando su desidia in vigilando mantenida en el tiempo –si no fue consentimiento– se tornó en cooperación necesaria para delinquir, el silencio no puede ser la respuesta.
Seguro que Aznar no se rebajará a hablar a los mortales; pero cuando su desidia in vigilando mantenida en el tiempo –si no fue consentimiento– se tornó en cooperación necesaria para delinquir, el silencio no puede ser la respuesta.