jueves, 6 de noviembre de 2025

El gran fraude de lo concertado

 

La ultraderecha (PP) y la derecha extrema (VOX) pretenden destrozar el Estado de bienestar
La ultraderecha (PP) y la derecha extrema (VOX) pretenden destrozar el Estado de bienestar

¿Por qué desviar dinero público al sector privado si su objetivo es el beneficio, no el bienestar?
Escucho a muchos tertulianos preguntar qué hay de malo en la cooperación, según ellos positiva, público/privada. Parecen no entender que cuando se deriva dinero público a empresas privadas –colegios, universidades, hospitales todos ellos concertados–, una parte considerable del montante ya no se invierte en mejorar los servicios, sino que pasa a ser beneficios de las sociedades mercantiles que acaba en los bolsillos de directivos e inversores particulares. Así, la supuesta cooperación se trueca en parasitismo. De igual forma, quien ha contratado un seguro médico privado tendrá los servicios que su póliza cubre; pero no recibirá el tratamiento más adecuado a su dolencia: prima el coste y la cobertura pactada, no la necesidad médica real.
Estos tertulianos argumentan con malicia que se ha incrementado el presupuesto en sanidad. No me vale pues ese aumento también irá a accionistas privados.
Y, con la enseñanza, lo mismo. Los centros privados, al responder a la lógica de mercado, priorizan el beneficio económico. Esto choca con el objetivo principal de un servicio público: garantizar el acceso y la calidad para todos.
Cuando lo público se privatiza, el derecho se convierte en negocio. Y en los negocios, el beneficio importa más que las personas.
Tertulianos de derechas, ¿lo entendéis ahora?

martes, 4 de noviembre de 2025

Cumbre de Brasil 2025: epitafio del planeta

 

Lamento decirlo pero, una Cumbre del Clima más que no servirá para nada
Lamento decirlo pero, una Cumbre del Clima más que no servirá para nada

A finales del pasado octubre supimos que, en 2024, nuestro hogar experimentó el mayor aumento de CO₂ en la atmósfera, lo que anticipa más calor extremo con consecuencias nefastas para la vida tal como la conocemos.
En este contexto, se inicia otra cumbre más y, de nuevo, el teatro del compromiso. Mientras los océanos se cuecen, los glaciares se derriten, el aire se vuelve irrespirable y las muertes por contaminantes se disparan, los líderes del mundo volverán a posar entre sonrisas, discursos vacíos y promesas que no comprometen a nada. Brasil 2025 será recordada como el festival de la hipocresía global: acuerdos mezquinos, nimios, diseñados para que todo siga igual. Los mismos países que predican sostenibilidad seguirán subvencionando carbón, petróleo y gas, firmando suculentos contratos mientras fingirán escuchar a la ciencia.
El planeta, exhausto, no puede esperar más, pero ellos sí: esperan el próximo mandato, el próximo dividendo, la próxima foto. Cuando el Amazonas arda y el Atlántico se convierta en un hervidero, maldeciremos sus nombres, los de quienes cambiaron la acción por retórica. Con su inacción criminal, condenan a millones de seres vivos a la extinción y a las generaciones futuras al colapso.
Definitivamente, con esta mezquindad política, la Tierra se va al carajo. ¡Viva la libertad!

domingo, 2 de noviembre de 2025

Cuantísima infamia

 

Mazón desconoce la empatía
Mazón desconoce la empatía

Otra vez el PP organizó un homenaje a Carlos Mazón. Un acto más de propaganda disfrazado de sensibilidad, pero esta vez con la infamia añadida de celebrarlo en la mañana del primer aniversario de la DANA. Allí, rodeado de cargos del Govern Valencià y habituales palmeros del PP, fue ovacionado mientras pedía «reflexionar ante el desamparo que sintieron muchos valencianos». Lo escuché sin dar crédito. Tuve que volver a oír sus palabras para creer que hablaba en serio, con el gesto impasible y sin un atisbo de vergüenza. ¿Se puede ser más miserable? ¿Acaso no fue él quien dejó sin amparo ni socorro a miles de ciudadanos aquel terrorífico día? ¿Acaso no ha tenido, en un año entero, tiempo de reflexionar sobre su propia responsabilidad? Aunque claro, Mazón no reflexiona: sigue el indigno manual de estilo del PP, ese que enseña a negar, mentir y culpar a las víctimas y a los demás. Lo vimos en el 11-M, en el Prestige, en el Yak-42, en el Metro de Valencia, en las residencias de mayores, en el cribado del cáncer de mama… Una lista interminable de dolor y cinismo.
Mazón no es una excepción: es el ejemplo perfecto de un partido que no siente ni respeta el dolor ajeno mientras recorta y humilla. Cada día que Mazón permanece en el cargo, sostenido por Feijóo y Abascal, su dedo hurga con mayor profundidad la llaga de familiares y amigos de las víctimas. Feijóo calla porque es incapaz de tomar decisiones; Abascal lo sostiene porque suma votos; y el PP, mientras tanto, continúa su liturgia de cinismo y desmemoria.

jueves, 30 de octubre de 2025

Feijóo en la cuerda floja

 

A Feijóo se le está poniendo cara de Casado
A Feijóo se le está poniendo cara de Casado

Feijóo se consume intentando convencer al país de que lidera algo. Como es tarea imposible, está mohíno. Su liderazgo en el PP es tan sólido como lo fue el de Casado. Mientras los sondeos lo sitúan a los pies de los caballos, sus barones y Aznar afilan navajas. El gallego ha hecho del “viaje al centro” una versión política de “Aterriza como puedas”: promete dirigir rumbo al centro con decisión, pero el avión lo pilota VOX mientras él se dedica a repartir cacahuetes entre el pasaje.
Feijóo pasea su confusión ultraderechista tratando de revestirla de centrismo, en un viaje de casi 50 años pero que jamás llega a destino. Mientras el PP se descompone por dentro, no hay proyecto ni dirección, y mucho menos carácter, solo bandazos hacia la ultraderecha, postureo y muchas fotos con cara de “yo soy de centro”. Feijóo no lidera, sobrevive. Y lo hace rodeado de un partido donde las guerras intestinas ya no se disimulan: Ayuso a lo suyo, los barones cuchicheando en la sombra y Génova convertida en una oficina de críticas desestimadas. Cada discurso es algo ya formulado en la España más casposa y rancia. Cada gesto suyo, un engaño sin gracia.
Feijóo se ha convertido en el gran “macguffin” de la derecha española: está ahí, todos hablan de él, pero nadie sabe realmente para qué sirve.

domingo, 26 de octubre de 2025

Feijóo y los subsidios

 

El PP está dispuesto para destrozarlo todo
El PP está dispuesto para destrozarlo todo

¿A qué llama exactamente Feijóo «subsidios» cuando lanza sus críticas, plagiando sin disimulo el discurso tóxico de VOX y sus «paguitas»? ¿Se refiere al derecho al desempleo, una conquista social que protege a quienes pierden su trabajo? ¿O al ingreso mínimo vital, una medida mínima de dignidad que asiste a quienes no tienen absolutamente nada? Que hable claro. Que no esconda su habitual cobardía tras vaguedades calculadas.
Feijóo ha decidido abrazar la deriva más reaccionaria sin tapujos, creyendo ingenuamente que puede competir con la ultraderecha en su terreno. Pero quien juega a parecerse a VOX acaba siendo arrasado por VOX. Los resultados de los sondeos son evidentes: entre el original y la copia, la gente elige al original.
Este PP, desnortado y sin principios, ha perdido su alma. Ya no propone, solo reacciona. Ya no lidera, solo imita. Cree que endurecer el lenguaje le hará ganar votos, pero lo único que logra es hundirse en su irrelevancia. Con Feijóo al mando, el PP ya no es una alternativa de gobierno, sino una sombra acomplejada que ha renunciado a la moderación, al pensamiento propio y, lo que es peor, al coraje moral.

miércoles, 22 de octubre de 2025

Empobrecer lo público, enriquecer lo privado

 

La derecha quiere destrozar todo lo público
La derecha quiere destrozar todo lo público

La penúltima ocurrencia de Feijóo es un IVA del 0% para autónomos que facturen menos de 85.000 €. Suena bien, pero huele a lo de siempre: menos ingresos públicos, más excusas para seguir destrozando el Estado del bienestar. El PP no busca aliviar al autónomo, sino justificar nuevos recortes. Su modelo es claro: hundir lo público para que florezca lo privado y sus defendidos hagan caja.
Está bien bajar los impuestos a las clases menos favorecidas, pero siempre que, como contrapartida, se les suba a los ricos y grandes empresas que, proporcionalmente pagan menos que ellas. Debemos entender de una vez que, detraer dinero público para dárselo a empresas privadas que persiguen un beneficio que repartir a sus directivos y accionistas–miles de millones en muchos casos–, solo hace que el dinero de nuestras pensiones, educación, sanidad e infraestructuras, vaya al bolsillo de unos pocos.
Feijóo nos quiere con seguros médicos, pensiones, colegios y universidades privadas. Pero ¿y si el sistema colapsa, como en 2008? ¿Quién rescata entonces al ciudadano de a pie? ¿El Estado al que han mermado su capacidad recaudatoria? ¿Tendrán que mendigar los pensionistas en las puertas de las iglesias? No nos dejemos engañar: su plan para España es un traspaso masivo de dinero público al bolsillo de empresas privadas y fondos buitres. Y eso sí que es un abuso que incrementa la brecha social.

domingo, 19 de octubre de 2025

Cree el ladrón que…

Miguel Ángel Rodríguez, un sinvergüenza y vividor en la corte de Ayuso
Miguel Ángel Rodríguez, un sinvergüenza y vividor en la corte de Ayuso

 Miguel Ángel Rodríguez, jefe del Gabinete de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, mano derecha de Ayuso, ha tenido que reconocer ante un juez que mintió deliberadamente al acusar al fiscal general del Estado de recibir «órdenes de arriba» para atacar a su jefa retirando el pacto alcanzado entre el novio de Ayuso e inspección de Hacienda. Esta defensa es grotesca; y, sin rubor, la argumentó así: «llevo muchos años en este ámbito y puedo intuir, colegir, adivinar qué está pasando en el mundo político, sobre todo con un órgano tan respetable como el ministerio fiscal, que está jerarquizado y colegiado».
Será, claro, por el profundo conocimiento que tiene de los ámbitos políticos que ha frecuentado toda su vida: esos en los que el cinismo y el trapicheo mafioso son norma, y donde la mentira no solo es tolerada, sino elevada a virtud estratégica. Desde el 11-M hasta la DANA, pasando por el cribado de mamografías, la derecha que representa ha hecho de la manipulación una herramienta política esencial para mantener o lograr el poder. Lo de Rodríguez no es intuición, es mentir. Y su declaración ante el juez no es más que la confesión sin pudor de una forma de hacer política basada en la impunidad, el abuso de poder y el más profundo desprecio a los ciudadanos.
Aunque, bien mirado, quizá no tenga tanta culpa. Tal vez simplemente ignora que existen otros mundos —lejanos del suyo— donde rigen la ética, el rigor y la responsabilidad pública.
Porque, como bien dice el refrán: cree el ladrón que todos son de su condición.