Uno de los últimos teléfonos con batería fácilmente accesible |
El consumismo capitalista y su obsolescencia programada van ganando la partida. Aun así, hay prácticas empresariales que deberían prohibirse. Me explico: antes, para cambiar la batería del móvil o del libro electrónico, solo había que abrir la tapa del portabaterías y poner una nueva. Sin embargo, ahora tenemos que llevar el aparato al servicio técnico y, como cuesta un pastón y es un incordio, encontramos la excusa ideal para comprar uno nuevo. ¿Acaso esto no es una barbaridad desde el punto de vista de la sostenibilidad? ¿No es involucionar?
Al igual que la UE obligó a un cargador universal para aparatos electrónicos, debería legislar con urgencia que todos estos dispositivos –móviles, tabletas, libros electrónicos…– con baterías, sean como los antiguos y tengan una tapa de fácil acceso para cambiarlas cuando se deterioran.
Por el futuro del planeta, hay cosas que son fáciles de llevar a cabo para mejorar el medio ambiente, la viabilidad de la vida y el bolsillo de los consumidores.