La violencia en las palabras, jamás es inofensiva. STOP al fascismo |
Según el historiador George L. Mosse, el ascenso del fascismo se caracteriza por la constante presencia de violencia política en el periodo de entreguerras. PP y Vox siempre exhiben esa violencia cuando carecen de argumentos haciendo de la política un insoportable albañal ideológico para lograr el alejamiento ciudadano de las instituciones y poder llevar a cabo su plutocrática política. Además, buscan la capitulación total del Gobierno, al que con violencia se deslegitima –«okupa»–, se desprecia e insulta –«no son buenos españoles ni buenos socialistas»– buscando la cosificación y deshumanización para despojarle de su dignidad y dimensión humana, incluso con pancartas de odio.
Y ahora Vox propala sus malsanas proclamas fascistas desde los gobiernos autonómicos con la colaboración del PP.
La violencia en las palabras, jamás es inofensiva. Y los partidos conservadores de todo el mundo –el PP es un caso destacado– se han visto succionados por la dialéctica populista y ultraderechista, superándola en muchos casos.