Rajoy, mentirioso compulsivo |
M. Rajoy, en su despedida ante el Comité Ejecutivo del PP, en taimado discurso a la par triunfal y victimista, mintió diciendo que se va cuando en realidad lo destituye la democracia, hastiada del coste moral y material que ha ocasionado la corrupción de su partido. Tan constitucionalista él, embarulló peligrosamente al deslegitimar una moción de censura impecablemente constitucional. Adulteró el fallo del caso Gürtel al sostener que no sorteó responsabilidades políticas, cuando por eso ha sido desalojado del poder. Engañó al atribuirse el final de ETA, un logro colectivo en el que fue desleal con Zapatero. Fantaseó sobre sus logros económicos, obviando que prosperaron a la par que la economía mundial, mientras aquí se disparó la desigualdad social. Y timó al afirmar que su formación siempre ha sido la primera fuerza política.