El borrado de los discos duros: un trabajo bien hecho |
Preguntado M. Rajoy sobre el múltiple borrado y posterior destrucción a martillazos de los discos duros de Bárcenas –con presunta información crucial sobre la financiación B del Partido Popular–, exculpó a sus trabajadores contestando pasmosamente que estos “se comportaron como hay que comportarse en una circunstancia como esa”.
Si valoramos que el pulverizado se produjo un mes después de poner Bárcenas una denuncia contra el PP por forzar su despacho y vaciarlo –incluido el robo de dos ordenadores–, no cabe duda que el trabajillo se ejecutó con brillantez. Los empleados, aleccionados sobre cómo actuar en semejante tesitura, privaron a los españoles del esclarecimiento de uno de los casos de corrupción más graves. Y no fue por cumplir el protocolo, no; ¿o cree usted que si la información hubiese sido la normal, referida a la gestión y cuentas legales de la formación, se habría triturado? La respuesta cae como fruta madura y despeja la incógnita del porqué de tan riguroso machaque.
Si valoramos que el pulverizado se produjo un mes después de poner Bárcenas una denuncia contra el PP por forzar su despacho y vaciarlo –incluido el robo de dos ordenadores–, no cabe duda que el trabajillo se ejecutó con brillantez. Los empleados, aleccionados sobre cómo actuar en semejante tesitura, privaron a los españoles del esclarecimiento de uno de los casos de corrupción más graves. Y no fue por cumplir el protocolo, no; ¿o cree usted que si la información hubiese sido la normal, referida a la gestión y cuentas legales de la formación, se habría triturado? La respuesta cae como fruta madura y despeja la incógnita del porqué de tan riguroso machaque.