Vuelvo a insistir en este asunto, ahora que tantos se rasgan las vestiduras por las palabras de Pedro Sánchez en el debate del lunes diciéndole a Rajoy que “no es una persona decente”. Pues claro que no lo es: Un presidente de gobierno no puede enviar un SMS de apoyo a su ex tesorero cuando le descubren en Suiza varias cuentas con millones de euros, diciéndole que sea fuerte y que hacen lo que pueden, o que consienta la destrucción de discos duros de Bárcenas y los libros de visitas a la sede de su partido… Y el PP no puede escandalizarse por este adjetivo calificativo o ¿hace falta recordar los variados exabruptos subidos de tono que Rajoy dirigió a Zapatero?
En cualquier país del mundo con una democracia de calidad, el presidente hubiera dimitido al minuto siguiente de conocerse el SMS de apoyo.
En cualquier país del mundo con una democracia de calidad, el presidente hubiera dimitido al minuto siguiente de conocerse el SMS de apoyo.
Soy muy decente |
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En otro orden de cosas, el otoño ya está acabando y el inclemente y frío invierno está aguardando tras la puerta mientras la ineptitud y dejación de funciones de la política europea hace que miles y miles de refugiados, niños, jóvenes, adultos y ancianos continúen su infausto sufrimiento y, en demasiadas ocasiones, pagándolo con sus vidas.