El PP lo único que pretende es controlar la Justicia que, en su inmensa mayoría, es de derechas |
Además de ser obvio, lo dijo Aristóteles: «El hombre es un animal político».
Todos los jueces tienen su propio credo –de izquierda, centro o derecha–. Al juez no se le exige apoliticidad, sino neutralidad para no llenar sus sentencias de ideología.
Analicemos las renovaciones más polémicas del Constitucional:
Enrique Arnaldo, imputado por prevaricación, cohecho y soborno y salvado por prescripción. Es, asimismo, el de «estoy moviéndome para que el nuevo fiscal sea bueno» y el de «cuéntame lo de Panamá» para ganar mucho dinero de la trama “Lezo”. El de los contratos con administraciones del PP por un millón de euros y el que ha cobrado de la fundación FAES del PP por impartir cientos de cursos. El que contrató con un testaferro de Zaplana. El de artículos de prensa de planteamientos sesgados e incluso negacionistas. El que sostiene que «el nombrado nunca defrauda al partido que lo propuso». También infringe la ley de Universidades y miente en el CV enviado al Congreso. Un perfil indecente y turbio.
Concepción Espejel, vinculada a Cospedal y apartada de la Gürtel y del tribunal que juzgó la caja B del PP por su vinculación con dicha formación.
Como estas dos joyitas, además de degradar y dañar la institución, tendrán muchos años por delante para divulgar su ideología, Europa debería abrir los ojos y reflexionar sobre los fines ocultos que persigue Casado cuando denuncia en Bruselas la falta de independencia judicial.
¡Para hacérselo mirar!
Todos los jueces tienen su propio credo –de izquierda, centro o derecha–. Al juez no se le exige apoliticidad, sino neutralidad para no llenar sus sentencias de ideología.
Analicemos las renovaciones más polémicas del Constitucional:
Enrique Arnaldo, imputado por prevaricación, cohecho y soborno y salvado por prescripción. Es, asimismo, el de «estoy moviéndome para que el nuevo fiscal sea bueno» y el de «cuéntame lo de Panamá» para ganar mucho dinero de la trama “Lezo”. El de los contratos con administraciones del PP por un millón de euros y el que ha cobrado de la fundación FAES del PP por impartir cientos de cursos. El que contrató con un testaferro de Zaplana. El de artículos de prensa de planteamientos sesgados e incluso negacionistas. El que sostiene que «el nombrado nunca defrauda al partido que lo propuso». También infringe la ley de Universidades y miente en el CV enviado al Congreso. Un perfil indecente y turbio.
Concepción Espejel, vinculada a Cospedal y apartada de la Gürtel y del tribunal que juzgó la caja B del PP por su vinculación con dicha formación.
Como estas dos joyitas, además de degradar y dañar la institución, tendrán muchos años por delante para divulgar su ideología, Europa debería abrir los ojos y reflexionar sobre los fines ocultos que persigue Casado cuando denuncia en Bruselas la falta de independencia judicial.
¡Para hacérselo mirar!
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