Pablo Casado, espoleado por Vox, Ayuso y Aznar, se ha echado al monte |
Pero la visión que tiene Casado de la realidad –en «actitud inamovible» y prietas las filas–, está tan eclipsada por la estela de Ayuso, que ni obispos ni patronal ríen ya sus salidas de pata de banco y Europa le ningunea cuando va a “hacer patria” poniendo a parir al Gobierno de España. Turbado se aferra con fuerza al populismo más trumpista para extender el fantasma de la ilegitimidad y lanzar un argumento extremadamente peligroso que daña la convivencia y el futuro de la nación: solo el PP es capaz de formar «españoles de bien».
España no se merece una oposición tan mezquina y nociva como esta que usa hasta las víctimas del terrorismo.