martes, 16 de febrero de 2021

Reciclaje: la gran impostura

 

El zorro no puede cuidar de las gallinas. ¡Así nos va!
Al esforzarnos en separar la basura, evitamos la contaminación de hábitats naturales, protegemos la salud y confiamos que la industria encargada de la recogida cumpla con su parte del contrato.
Pero resulta que Ecoembes, empresa responsable de cerrar el ciclo es, además de un suculento negocio que ingresa más de 570 millones anuales y tiene en su accionariado a las industrias contaminantes, un zorro cuidando gallinas. Remunera a su dirección como a grandes ejecutivos y a su plantilla por encima de la media, pero se dice sin ánimo de lucro. Aunque lo verdaderamente desolador es que, según un reciente y concienzudo informe de Greenpeace, no cumple con su cometido y plásticos, envases y demás residuos terminan «en vertederos, incineradoras, exportados, quemados o, directamente, abandonados en el medioambiente».
El Ministerio de Transición Ecológica debe acabar con este monopolio que asola la naturaleza mientras nos tima, y auditar tan necesaria labor minuciosamente. Nos va la vida en ello.

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