domingo, 13 de diciembre de 2020

La sed ya cotiza en Wall Street

 

Los bienes esenciales no deben ser campo de especuladores
Los bienes esenciales no deben ser campo de especuladores
En 2010 la ONU reconoció el acceso al agua como un derecho esencial inherente a toda persona, debiendo garantizarse su calidad, su sostenibilidad y su distribución a un precio justo. Sin embargo, y contrario a la lógica, esta semana, este líquido vital para todo ser vivo, ha pasado a formar parte de la salvaje especulación bursátil capitalista en el mercado de futuros, el más agresivo que existe, y que terminará por afectar a su precio. Ocurrió con el trigo y en poco tiempo cuadruplicó su precio acrecentando las filas del hambre en más de doscientos millones de personas. Y que no nos vendan las bondades de su entrada en bolsa. La realidad es que los especuladores se forrarán a costa de todos con un bien imprescindible que, desde su compra a su venta, no sufre ninguna transformación que le añada valor. Se puede vivir sin petróleo o sin oro… pero no sin agua o trigo. Los productos de primera necesidad no deben caer en manos de especuladores.
¿Qué será lo próximo? ¿El aire que respiramos?

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