Cuando la derecha ficha a los gurús económicos Lacalle, De Quintos y Manso, nos envía un claro mensaje, por lo conocido de sus propuestas, de la hoja de ruta que sus formaciones seguirán para, prietas las filas, acaudillar a España hacia el liberalismo más salvaje.
En la receta, ingredientes tan preocupantes como acabar con la progresividad impositiva y privatizar nuestros sistemas públicos de educación, sanidad y pensiones. Según ellos –unos lo manifiestan directamente y otros lo silencian ladinamente–, los ricos sufren discriminación por la progresividad de los impuestos. Imagino que las grandes empresas –que casi no contribuyen–, también.
Así que mucha prudencia a la hora de votar: el tridente está muy afilado y se hinca en el más profundo pilar de nuestro estado de bienestar desangrando el principio de justicia social.
¡Esto sí que es dañino de verdad!
En la receta, ingredientes tan preocupantes como acabar con la progresividad impositiva y privatizar nuestros sistemas públicos de educación, sanidad y pensiones. Según ellos –unos lo manifiestan directamente y otros lo silencian ladinamente–, los ricos sufren discriminación por la progresividad de los impuestos. Imagino que las grandes empresas –que casi no contribuyen–, también.
Así que mucha prudencia a la hora de votar: el tridente está muy afilado y se hinca en el más profundo pilar de nuestro estado de bienestar desangrando el principio de justicia social.
¡Esto sí que es dañino de verdad!
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