domingo, 2 de diciembre de 2018

Las temeridades políticas cuestan dinero

La pésima gestión del PP en todos los ámbitos no para de arruinar a los contribuyentes
La pésima gestión del PP en todos los ámbitos no para de arruinar a los contribuyentes
La sentencia del Tribunal Supremo que condena al Gobierno valenciano a derribar dos edificios en Benidorm, construidos en primera línea de playa con permiso de obra ilegal durante el Gobierno de Camps, es ecuánime. La Generalitat se ve así forzada a gastarse 100 millones de euros para indemnizar a sus propietarios y pagar la demolición. Pero como cuando el permiso se concedió se sabía que vulneraba la ley de costas, ¿podrá ahora la Comunitat reclamar al señor Camps que abone las indemnizaciones y sufrague el derribo con su fortuna?
Las imprudencias de los políticos –interesadas o no– que no responden a necesidades ciudadanas, sino a intereses espurios, salen caras. Mucho me temo que el dinero para pagar este despropósito saldrá de nuevo de las arcas valencianas largo tiempo saqueadas… y Camps, una vez más, se irá de rositas.

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