El PP manipuló la Justicia todo lo que pudo |
Dijo Concepción Arenal que «pocas cosas desmoralizan más que la injusticia hecha en nombre de la autoridad y de la ley». Por eso, a muchos ciudadanos nos desalienta ver que Pedro Antonio Sánchez –ex presidente de Murcia forzado a dimitir abrumado por la corrupción–, se ha librado de soportar el peso de la justicia gracias a la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que imprudentemente el PP, con su mayoría absoluta, aprobó en solitario limitando el tiempo estipulado para la instrucción y la necesaria negligencia de una jueza en la tramitación del caso –que dejó pasar los seis meses sin citarlo a declarar– más el tardo movimiento de la fiscalía.
Esta reforma deliberadamente hecha a medida por y para el PP, que toda la judicatura criticó y calificó como «ley de punto final», debe derogarse por vía urgente.
Esta reforma deliberadamente hecha a medida por y para el PP, que toda la judicatura criticó y calificó como «ley de punto final», debe derogarse por vía urgente.