Skyline de Madrid durante un episodio de intensa contaminación |
El Ayuntamiento de Madrid ha decidido atacar la contaminación endémica de la ciudad y cumplir lo que la UE exige hace mucho. Lo hará pensando en la salud de los madrileños y no en los votos que le restará la impopular medida por aquellos mismos a quien beneficiará y que –a pesar de tener la urbe un buen transporte público, siempre mejorable– no contemplan otras alternativas de movilidad.
En 2016 murieron en las carreteras españolas 1.160 personas. La contaminación mató 26 veces más. Según un reciente estudio de la OMS, el coste sanitario por alta contaminación representa cerca del 4,6% del PIB español –unos 46.000 millones de euros–, pero los gobernantes no le plantan cara por menguar los votos.
Restringir el tráfico para luchar contra la contaminación es una medida justa que beneficiará al conjunto de la sociedad, haciendo la metrópoli menos ruidosa y más sana, agradable y humana. Confiemos que si cambia la coyuntura política, los nuevos gestores no reviertan tan idónea decisión.
En 2016 murieron en las carreteras españolas 1.160 personas. La contaminación mató 26 veces más. Según un reciente estudio de la OMS, el coste sanitario por alta contaminación representa cerca del 4,6% del PIB español –unos 46.000 millones de euros–, pero los gobernantes no le plantan cara por menguar los votos.
Restringir el tráfico para luchar contra la contaminación es una medida justa que beneficiará al conjunto de la sociedad, haciendo la metrópoli menos ruidosa y más sana, agradable y humana. Confiemos que si cambia la coyuntura política, los nuevos gestores no reviertan tan idónea decisión.
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