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| El sufrimiento animal debe erradicarse |
Ahora que Baleares aprueba los toros sin sangre ni muerte, invito a la reflexión: supongamos que en España no existieran las corridas y que alguien pretendiera introducirlas solicitando el correspondiente permiso al Ministerio de Cultura. Con un “programa festivo” que implica banderillas, puyazos, estocadas, descabellos y rejones a un ser vivo, es decir, atroz suplicio, ¿alguien sinceramente cree que se autorizaría gubernativamente tal barbarie? Entonces, si hoy no es posible su aprobación ¿por qué se ampara?
La tauromaquia, como la quema de herejes, es vestigio obsoleto de un brutal pasado y la sensibilidad ciudadana ya no admite ensañamiento, si no respeto. Mantener hoy el maltrato animal intencionado e injustificado, con el dolor y crueldad que conlleva, como distracción y negocio de quienes se autoproclaman seres humanos, es fomentar la insensibilidad por el sufrimiento. Por eso, el recurso del Gobierno es demoledor para lograr una sociedad mejor.
La tauromaquia, como la quema de herejes, es vestigio obsoleto de un brutal pasado y la sensibilidad ciudadana ya no admite ensañamiento, si no respeto. Mantener hoy el maltrato animal intencionado e injustificado, con el dolor y crueldad que conlleva, como distracción y negocio de quienes se autoproclaman seres humanos, es fomentar la insensibilidad por el sufrimiento. Por eso, el recurso del Gobierno es demoledor para lograr una sociedad mejor.
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