lunes, 10 de abril de 2017

Matanza de guerra

No a la guerra
Cualquier guerra genera víctimas inocentes
Nació hace cuatro años con el conflicto activo. Hoy su cuerpo yace tirado en el tanatorio de Jan Seijun (Siria), junto a otros sesenta y seis. ¡Toda una vida, aunque breve, en la que sólo conoció los horrores de la desgarradora guerra! No ha sido la única, ni será la última víctima inocente de algo que ni él mismo alcanzó a comprender: la aplastante lógica de la guerra. La guerra, por tanto la muerte, para él era la vida, el día a día, jamás presenció otra cosa. ¿Cómo imaginaría la paz, en su mente de cuatro añitos, si nunca, a no ser en la precaria protección que le brindaba su humilde hogar, la había palpado? ¿Tal vez fantaseaba con ella por aquello que de vez en cuando escuchaba a sus mayores?
En estos inicios del tercer milenio las imágenes que hemos visto destrozan las más firmes convicciones de una posible conciliación de la humanidad.
¿A dónde nos encaminamos?

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