domingo, 8 de septiembre de 2024

¡Despreciables escorias!

 

En igualdad, no me cansaré de decirlo, queda muchísimo camino por recorrer

Es tan irracional que, cuando me lo relataron, no lo pude creer. Pensé que era un bulo; pero no… Aún quedan bazofias como Antonio Martín Hernández, alcalde de Vita del grupo municipal del PP –representante público que debería dar ejemplo–, que en las fiestas del pueblo se subió al escenario para cantar una inmunda tonada apologética de la pederastia. ¡Miserable!, tanto como la mayoría de espectadores que, animada por este regidor, en lugar de correrlo a gorrazos, rio, entonó y aplaudió la atroz cantinela de esta escoria.
En esta localidad se visibilizó la enfermedad que aún reina en esta sociedad sexista, y tan inmadura que se mofa y normaliza la violencia sexual contra niñas y mujeres. Con alimañas como esta, no es de extrañar que tengan miedo a correr solas, a volver a casa de noche, a cruzarse con un hombre en un callejón…
Conductas así son un ataque en toda regla a la igualdad. Y como la igualdad no es asunto de mujeres sino de toda la sociedad, de una vez por todas y con dureza, la violencia de género debe ser erradicada de nuestras vidas.
Confío que lo pague.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

Ayuso: culpar al migrante

 

Los fascistas, como Ayuso, siempre buscan un cabeza de turco
Los fascistas siempre buscan un cabeza de turco

Con una arenga que se graba a sangre y fuego en el subconsciente, el fascismo siempre ha necesitado de un cabeza de turco al que culpar para alimentar el discurso del odio. Por eso, Isabel Díaz Ayuso sostiene que «la inmigración amenaza los servicios públicos».
La realidad es que ella, en Madrid y amparada en la capitalidad que le otorga un tremendo poder recaudatorio, rebaja impuestos –más de 1.200 millones al 0,2% más rico–, detrae recursos de sanidad y educación públicas –cada vez más hundidas en la miseria– para trasvasarlo al negocio privado y tratar que los usuarios, hartos de sufrir el deterioro de servicios, se apunten a pólizas médicas y lleven a sus hijos a colegios concertados echando la culpa al migrante. Es de miserables privatizar por la puerta de atrás agitando el fantasma –y sabemos que los fantasmas no existen– de la inmigración.
El fenómeno migratorio, además de necesario para mantener el sistema, debe dimensionarse en su auténtica magnitud –sin demagogias, bulos ni buenismo– y, desterrando discursos fascistas, tener humanidad. Detrás de las cifras hay seres humanos, ni más, ni menos. Y todos nosotros, en idénticas circunstancias, haríamos lo mismo para huir de la guerra, la miseria, el hambre o la emergencia climática generada por el primer mundo.

domingo, 1 de septiembre de 2024

Jubilarse a los 60

 

Los ricos y las grandes empresas deben pagar impuestos como el resto de los mortales para financiar un verdadero Estado de bienestar
Los ricos y las grandes empresas deben pagar impuestos como el resto de los mortales para financiar un verdadero Estado de bienestar

Según una reciente investigación realizada por Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada), prolongar la jubilación entre los 60 y los 69 años incrementa el riesgo de mortalidad temprana en un 4,4 % cada año de retraso, en especial en profesiones de exigencia física o estrés laboral. Además, por si fuera poco, asegura que este aplazamiento no compensa porque «el impacto adverso sobre la esperanza de vida supera las ganancias fiscales».
Y, como la vida es para disfrutarla y el progreso es avanzar a unas sociedades mejores y más plenas en lo físico y lo mental, sería preferible fijar la jubilación a los 60. Los jóvenes entrarían más temprano en el mercado laboral y el dinero adicional para pagar las pensiones saldría de los escandalosos beneficios, por lo mucho que nos cobran, de las grandes empresas y que hoy día, con la ingeniería financiera y paraísos fiscales, contribuyen poco al reparto de la riqueza.
Así es como se logra el progreso de la sociedad: trabajar menos, disfrutar más.

miércoles, 28 de agosto de 2024

El que pueda hacer, que haga

 

Dentro de la judicatura sigue quedando mucho franquismo
Dentro de la judicatura sigue quedando mucho franquismo

Para derrocar al Gobierno, «hay que ser agentes activos», «el que pueda hacer que haga». Lo dijo Aznar sin ruborizarse al mostrar su genuina esencia golpista. Por eso el juez Peinado está en lo que está con una instrucción, como mínimo, inusual, desacreditando a la UCO y basado en denuncia falsa sobre unos hechos jurídicos que no se sostienen.
La última extravagancia carente de sentido es su nueva providencia para entregar a Vox y Manos Limpias el video de Pedro Sánchez –se acogió al derecho a no declarar– como testigo en La Moncloa porque, según el juez, se pueden sacar «conclusiones de este silencio». En realidad, lo hace para erosionar a sabiendas de que el video se filtrará; filtración que ni perseguirá, ni castigará.
Y, como según él, se pueden «extraer conclusiones de este silencio», también el resto de mortales podemos extraer conclusiones del mutismo del propio juez, enmudecido ante las opiniones de muchos juristas al ver indicios de presunta prevaricación y claro alistamiento al vandalismo político en el papel de salvapatrias togado.

domingo, 25 de agosto de 2024

Oposición miserable y derechos humanos

El PP, un partido plagado de miserables
El PP, un partido plagado de miserables
Hace poco el PP tumbó, junto con Vox y Junts –partidos xenófobos–, la reforma de la Ley de Extranjería para dar respuesta al fenómeno de la inmigración y echar una mano a Canarias y Ceuta, gobernadas por el PP y que, a finales de junio querían esta reforma, hasta que Canarias cambió de opinión conminada por Génova.
Sin dicha reforma, son las autonomías –la mayoría gobernadas por el PP– las que deciden si solidariamente acogen a niños migrantes en su territorio y a cuántos. Y como muchos líderes del PP, entre ellos Feijóo, abrazan el miserable discurso del odio racista de Vox –«Tenemos derecho a salir a la calle con seguridad» y «que no nos ocupen las casas», dice Feijóo– que equipara inmigración y delincuencia para pescar votos en el caladero de la derecha extrema, el asunto se quedó sin resolver.
Es de miserables exigir ahora una solución.
Basta ya de ambigüedades: el PP, partido clasista, no puede tener dos criterios para lograr un indecente rédito electoral con el sufrimiento de seres humanos. O se es racista o se está del lado de los derechos humanos. No hay más. Y si queda alguien contrario al racismo dentro del PP –según Cuca Gamarra no, pues «todos pensamos como Albiol»–, que conminen a Feijóo a recular.

martes, 20 de agosto de 2024

El tuit de Albiol

 

El vomitivo tuit del PP
El vomitivo tuit del PP

«Estoy en un ferry de Balearia desde Ibiza a Barcelona. Han embarcado a unos diez hombres marroquíes -todos con una bolsa de una entidad social- de entre 25 y 40 años, todos con teléfono, casi todos con gafas de sol, aspecto saludable, alguno incluso con un cuerpo de gym y haciéndose fotos con el signo de victoria. Cuando lleguen a Barcelona se repartirán por las ciudades del entorno, entre ellas supongo que Badalona. Lo que ocurra después, con casi toda seguridad, la mayoría ya lo sabemos. Esto acabará como Francia antes que después. Al tiempo.»
¿Qué pretende Xabier García Albiol, del Partido Popular, poniendo este deleznable y vomitivo tuit, que no hay por dónde cogerlo?
¿Que al atracar en Barcelona hubiese un grupo de fascistas que diera una paliza a unos seres humanos solo por ser de un origen diferente, o por llevar gafas de sol, o por tener aspecto saludable, o por tener cuerpo de “gym”? ¿Por qué? ¿Qué le molesta?
¿A qué esperan en el PP para desacreditarlo?
Claro que, si lo desacreditasen, estarían desautorizando a Feijóo que también equipara inmigración y delincuencia.

domingo, 18 de agosto de 2024

¡Pobres tortugas!

 

Las tortugas marinas se unen a la inmensa lista de animales perjudicados por la emergencia climática fruto de la codicia humana
Las tortugas marinas se unen a la inmensa lista de animales perjudicados por la emergencia climática fruto de la codicia humana

A partir de los 15 años las tortugas marinas alcanzan su madurez sexual y entonces, cada tres o cuatro, regresan a desovar en los mismos lugares donde nacieron. Ahora, acuciadas por el calentamiento global, las tortugas mediterráneas –boba, verde y laúd– se ven forzadas a cambiar aquellas idílicas playas orientales de finas arenas de Chipre, Grecia y Turquía, donde vieron la luz por primera vez y con menor presión humana, por las no tan tórridas pero concurridas playas de los superpoblados litorales de España, sur de Italia y Francia que están en temporada de máxima afluencia turística al coincidir con el periodo de desove. Y, aunque se organicen dispositivos especiales para velarlas y custodiar sus huevos –muy idílico–, surgen dudas: ¿qué ocurrirá cuándo en lugar de unas decenas de ellas vengan millares a desovar? ¿Seguirán las autoridades poniendo tanto celo?
Me temo que un día no tan lejano, alguien clavará su sombrilla en la soleada orilla del mar y, asombrado ante la poca firmeza del suelo elegido, extraerá la contera chorreando tortilla de tortuga con arena de playa.