viernes, 2 de diciembre de 2022

Cultura de la violación

 

Viendo estas campañas queda claro que se necesita un cambio profundo de mentalidad
Viendo estas campañas queda claro que se necesita un cambio profundo de mentalidad

Este concepto feminista se refiere, sobre todo, a la normalización de ciertas prácticas y actitudes que quitan hierro al violador y culpabilizan a la violada. En este sentido, las campañas arcaicas para el Día de la Eliminación de la Violencia de Género impulsadas por la Xunta de Galicia y la Comunidad de Madrid, ambas gobernadas por el PP, entran de lleno en este concepto. La campaña de Galicia le dice a una chica que no debería correr con mallas porque luego pasa lo que no debería pasar, y la de Madrid conmina a las mujeres a que vigilen su copa por si las drogan. No responsabilizan al agresor y ponen el foco en la víctima.
Sin duda estas campañas –tiene razón Irene Montero– promueven la cultura de la violación. Como la derecha no lo pilla, en lugar de un ataque directo debería haber tirado de pedagogía para evidenciar que los carteles de Madrid y Galicia, según la ONU y la UE, fomentan la denominada cultura de la violación y que, evidentemente, sería bueno un cambio de mentalidad.

jueves, 1 de diciembre de 2022

En defensa de los sin voz

 

Los animales, como seres vivos iguales a nosotros que son, deben ser protegidos
Los animales, como seres vivos iguales a nosotros que son, deben ser protegidos

De nuevo España avanza y la carcunda «política, judicial y mediática» vuelve a bramar.
Ahora el usurpador, por caduco, CGPJ dice que la ley contra el maltrato animal «afecta al principio de proporcionalidad de las sanciones ya que castiga con más dureza el maltrato a una mascota para causar daño a la pareja que las amenazas leves o las lesiones que no precisan tratamiento médico en violencia machista».
Pues claro. Como no han entendido nada, les explicaré que los animales son seres vivos que sienten y padecen, como ustedes, y están indefensos. En un mercadeo indecente, son vendidos, comprados y pueden caer en manos de tarados que los maltratan para sentirse superiores, usan como rehenes o abandonan. Al no poder hablar y contar qué les pasa, son como niños desvalidos que deben ser protegidos.

lunes, 28 de noviembre de 2022

Nos merecemos el cambio climático

 

La inteligencia de algunos políticos brilla por su ausencia

A mediados de octubre la calzada de la madrileña calle de Martín de los Heros era de gruesos y macizos adoquines de granito. Decidieron quitarlos y asfaltar. Bueno, ni entro ni salgo.
Una semana asfaltada y, al pasar el 23 de noviembre, la encuentro cortada al tráfico. Unos operarios trabajan. Llevan una máquina con cuatro bombonas de butano –otras tantas sobre la acera para reponer– que achicharra el asfalto. Una vez ablandada la superficie, colocan encima una parrilla metálica con patrón de rectángulos tamaño adoquín y la prensan con una pequeña apisonadora que la hunde en el pavimento para imitar el adoquinado.
¿Nadie tiene sentido común? ¿Inteligencia? Esto es derrochar energía gratuitamente acelerando el cambio climático. Si quieren mantener el efecto adoquín, que dejen la calzada como estaba, que además dura toda la vida. Pero no, se han gastado un pastizal en asfaltar y otro en simular para ayudar a calentar el planeta. Nos merecemos lo que nos pase. La infancia no, por supuesto.

sábado, 26 de noviembre de 2022

Puro cinismo

 

Cuando la derecha no tiene argumentos, monta el espectáculo
Cuando la derecha no tiene argumentos, monta el espectáculo

En el año 2000, Aznar, con ETA asesinando, se comprometió con UPN a transferir las competencias de tráfico a la Policía foral de Navarra. No cumplió, aunque sí que traspasó las competencias a Cataluña y retiró a la Guardia Civil de sus carreteras que fue sustituida por los Mossos. No ocurrió nada ni nadie se rasgó las vestiduras.
Ahora que el Estado cumple con Navarra, la caverna parlamentaria –PP, Vox y C’s–, al quedarse sin argumentos, da un espectáculo lamentable en donde, tras sacar a pasear a los asesinados por ETA –menos mal que «no hacen política con los muertos»–, vociferaron sobre vergonzosas cesiones e indignidad. Es decir, llenan la vida parlamentaria de elevados decibelios con burdas manipulaciones y mentiras rebozadas de insultos y descalificaciones de todo género para silenciar lo importante: trabajo, pensiones, educación, sanidad, impuestos...
Al utilizar el Parlamento para mentir, persiguen, con esta política de baja trinchera y nauseabundo albañal, el descrédito de la sociedad en sus instituciones.

jueves, 24 de noviembre de 2022

Dejad a los muertos en paz

 

¿Cuándo abandonara el PP el franquismo recalcitrante?
¿Cuándo abandonara el PP el franquismo recalcitrante?

Es inaudito que tras conocer la legal, justa y necesaria exhumación de dos asesinos psicópatas y genocidas de la basílica de La Macarena de Sevilla –Queipo de Llano y Bohórquez–, Feijóo se lamentara con esas palabras. Y con descaro añadió que «no va a hacer política con los muertos», cuando no para de utilizarlos nombrando mil veces a ETA.
Estos criminales de guerra sacados de un lugar destacado de uso público, son responsables de más de 45.000 asesinatos –en su mayoría hombres, mujeres y niños que ni siquiera empuñaron las armas–, de bombardear y masacrar a 5.000 civiles que huían de Málaga a Almería y de animar a su tropa a violar, purgar y torturar.
El PP, una y otra vez, sigue siendo incapaz de cortar sus lazos con el siniestro franquismo. Siempre los mismos y pueriles argumentos: ahora es muy tarde, antes muy pronto, el pasado, los vivos, pelillos a la mar, peleas de abuelos… La dolorosa realidad: un cruento golpe de Estado, 3 años de guerra civil, casi 600.000 muertos, 40 años de sangrienta y aterradora dictadura y más de 40 años de atraso social, cultural y económico.
Para que haya paz, no hay que tergiversar el pasado y sí saber dónde están los asesinados para poder honrarlos, expulsar a los verdugos de catedrales, museos, iglesias, calles o plazas y jamás mofarse de las víctimas, como hizo Rafael Hernando, o tratar de blindar el Valle de Cuelgamuros como pretende Ayuso, ni enaltecer a los golpistas como hacen Almeida y tantos otros del PP en cuanto pueden.

martes, 22 de noviembre de 2022

Violencia vial

Los crímenes de conductores borrachos o drogados tienen poca condena
Los crímenes de conductores borrachos o drogados tienen poca condena

Quienes conducen un vehículo bajo los efectos del alcohol o drogas, saben que cometen un delito.
Este acto tremendamente irresponsable que desprecia las vidas ajenas, en muchos casos termina ocasionando accidentes en los que mueren niños, jóvenes y adultos. Dejan familias destrozadas y, además, las existencias malogradas por esos necios, podrían haber resultado muy valiosas a la sociedad: científicos, médicos, políticos... Nunca podremos saber qué metas, para beneficio de la humanidad, habrían logrado alcanzar quienes fueron asesinados por la insensata memez de un descerebrado en un vehículo. Ahora sale muy barato.
Como somos responsables de nuestros actos, debería considerarse homicidio doloso. Quien quiera drogarse o beber, que lo haga calmado en el sofá de su casa sin ocasionar tragedias.

domingo, 20 de noviembre de 2022

Cumbre del clima COP27: otro fracaso

 

El planeta seguirá ardiendo
El planeta seguirá ardiendo

Está claro: la cumbre cerró y el tiempo concluyó. Tras décadas de salvajes emisiones de gases de efecto invernadero, es tarde para detener el calentamiento del planeta y deberemos atenernos a consecuencias desastrosas.
Una vez más –y van veintisiete fracasos–, el recorte de emisiones de gases de efecto invernadero –que continúa incrementándose cada año– queda sometido a la buena voluntad. La presión de las naciones productoras de petróleo y gas han ganado el pulso que se traducirá en un gravísimo problema para el planeta y la fauna y flora que en él habitamos. Las bellas palabras –y poco más– perpetuarán el incremento de temperatura global. ¡Lástima de ocasión perdida!; pero lo venden tan bien.
Urgen medidas drásticas que amortigüen al menos la devastación, desertización, incendios, hambruna, sequías, desplazados, muertes, subida del mar, extinciones…
¡Fueron tantos e hicieron tan poco! Bueno… tan poco, no –pensarán algunos–. Al menos han blanqueado al tirano Al Sisi, presidente de Egipto.