Los crímenes de conductores borrachos o drogados tienen poca condena |
Quienes conducen un vehículo bajo los efectos del alcohol o drogas, saben que cometen un delito.
Este acto tremendamente irresponsable que desprecia las vidas ajenas, en muchos casos termina ocasionando accidentes en los que mueren niños, jóvenes y adultos. Dejan familias destrozadas y, además, las existencias malogradas por esos necios, podrían haber resultado muy valiosas a la sociedad: científicos, médicos, políticos... Nunca podremos saber qué metas, para beneficio de la humanidad, habrían logrado alcanzar quienes fueron asesinados por la insensata memez de un descerebrado en un vehículo. Ahora sale muy barato.
Como somos responsables de nuestros actos, debería considerarse homicidio doloso. Quien quiera drogarse o beber, que lo haga calmado en el sofá de su casa sin ocasionar tragedias.