Papeletas en un colegio electoral a la espera de llenar las urnas |
Es incuestionable que en los barrios ricos el índice de participación es muy superior al de zonas menos favorecidas. Dicho de otra manera: los ricos, exceptuando a unos pocos que buscan justicia social, siempre votan con el objetivo de defender sus intereses de clase y mantener sus privilegios.
Si se quiere acabar con el dumping fiscal madrileño que mima a la clase alta y tener mejores servicios reforzando sanidad y educación poniendo fin a las políticas neoliberales de Ayuso –la que mima a los ricos mientras insulta a los pobres, la del fascismo en el lado correcto de la historia–, la izquierda ha de movilizarse. Y la astuta Ayuso sabe que cerrar colegios y convocar elecciones en día laborable, dificulta la conciliación a la gente corriente para cumplir con el deber ciudadano. Los ricos no tendrán ese problema. Lo ha hecho intencionadamente. Por eso, a pesar de las trabas, el 4M hay que ir a reventar las urnas con votos progresistas.
Ayuso merece encontrarse con la horma de su zapato.
Si se quiere acabar con el dumping fiscal madrileño que mima a la clase alta y tener mejores servicios reforzando sanidad y educación poniendo fin a las políticas neoliberales de Ayuso –la que mima a los ricos mientras insulta a los pobres, la del fascismo en el lado correcto de la historia–, la izquierda ha de movilizarse. Y la astuta Ayuso sabe que cerrar colegios y convocar elecciones en día laborable, dificulta la conciliación a la gente corriente para cumplir con el deber ciudadano. Los ricos no tendrán ese problema. Lo ha hecho intencionadamente. Por eso, a pesar de las trabas, el 4M hay que ir a reventar las urnas con votos progresistas.
Ayuso merece encontrarse con la horma de su zapato.