En 1910, para exigir la igualdad de derechos entre mujer y hombre, la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas acordó dar visibilidad a la reivindicación con la creación de un Día Internacional de la Mujer. El 19 de marzo del año siguiente, Dinamarca, Alemania, Austria y Suiza, celebraron por primera vez esta jornada con mítines reclamando el voto femenino y la igualdad. Pero no fue hasta 1975, coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer, cuando la ONU decidió que el 8 de marzo fuera la fecha elegida para celebrar su Día Internacional.
Ya avanzado el siglo XXI, es inaudito que, aún quedando tanto camino por recorrer, debido al renacer de la ultraderecha en el mundo, mujeres y progresistas tengamos sobrados motivos para inquietarnos con el discurso retrógrado y manipulador de formaciones como Vox, y otras –“feministas liberales”– que se ven peligrosamente atraídas a su campo de influencia.
Ahora más que nunca, y porque la amenaza de involución es real, ¡ni un paso atrás!
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