El informe de la ONG Oxfam es demoledor |
Según la oenegé Oxfam, las 26 personas más ricas del mundo acumulan tanta riqueza como la mitad más pobre del planeta. Es desolador. La Declaración Universal de Derechos Humanos proclama el derecho a un nivel de vida digno con salud y bienestar para todos y, para que el hombre no se crea merecedor del enriquecimiento infinito, establece el límite en alcanzar el confort general. Entonces, ¿cómo se tolera que 815 millones de seres humanos sufran desnutrición crónica y que cada día 19.000 niños mueran de hambre y males evitables?
En el siglo XXI, y mientras no exista el pleno bienestar de la humanidad, la meta de la ONU debería ser lograr el cumplimiento de tan fundamental derecho acotando la riqueza desmedida, tal y como apremia la citada Declaración.
La sociedad opulenta debe devolver, vía impuestos, parte de lo mucho que obtiene del resto del planeta, o los más desfavorecidos se tomarán por su mano aquello que se les niega: la Justicia.
En el siglo XXI, y mientras no exista el pleno bienestar de la humanidad, la meta de la ONU debería ser lograr el cumplimiento de tan fundamental derecho acotando la riqueza desmedida, tal y como apremia la citada Declaración.
La sociedad opulenta debe devolver, vía impuestos, parte de lo mucho que obtiene del resto del planeta, o los más desfavorecidos se tomarán por su mano aquello que se les niega: la Justicia.