lunes, 11 de diciembre de 2017

La sinrazón del bitcoin

Bitcoins y capitalismo virtual
El capitalismo se hace virtual para beneficio de unos pocos
El alocado crecimiento exponencial del bitcoin, moneda virtual, ha engendrado una nueva burbuja; aunque lo más sorprendente de su éxito es que detrás de ella no hay nada, ningún respaldo, solo el vacío. Ni siquiera su comercio está regulado. Es una criptodivisa –del griego, oculto–, un medio digital de intercambio de rastreo tan arduo que garantiza el anonimato de su propietario. Y lo peor es que la delincuencia ya exige rescates en esta moneda. También evasores, estafadores, traficantes, políticos, empresarios corruptos y mafiosos… el hampa organizada del mundo la usa para ocultar su botín anónimamente y lejos de miradas incómodas. Es un paraíso fiscal alojado en la nube. Su escalada debe mucho a esto.
Debería prohibirse o, si no, regular su uso con luz y taquígrafos para saber quién y cuánto tiene y, por supuesto, que abonen impuestos.
En un mundo friki no sorprende que cualquier ocurrencia sea un éxito comercial. ¿Cuál será el siguiente pelotazo? ¿Vender cuerno de unicornio virtual?

miércoles, 6 de diciembre de 2017

De verdad, ¿vale todo?

La sombra de Donald Trump se cierne sobre los parques nacionales
La sombra de Donald Trump se cierne sobre los parques nacionales
Donald Trump, en su habitual política liberal, abre la puerta a la explotación de los recursos naturales en dos parques nacionales para beneficiar a las élites de los combustibles fósiles, grandes generadores del cambio climático. Esta modificación en el estatus de ambas reservas, supone recortar en un 70 % su superficie protegida. En ellas existen zonas arqueológicas con arte rupestre de poblaciones primitivas y albergan terrenos que varias comunidades de nativos americanos consideran sagrados.
¿No hay límites? ¿Todo es válido?
En un planeta con recursos limitados, la producción desmedida –que requiere una extracción masiva de recursos–, el consumismo exagerado, la desproporcionada cantidad de residuos generados y los gases de efecto invernadero, nos llevarán al colapso. Al final, nuestra especie desaparecerá por su excesiva codicia, pero la naturaleza, que no nos necesita, encontrará el camino para regenerarse, como ocurrió tras las grandes extinciones de anteriores eras geológicas.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Nacionalismo e izquierda

Los nacionalismos siempre han sido patrimonio de la derecha. Que lo siga siendo.
Los nacionalismos siempre han sido patrimonio de la derecha. Que lo siga siendo.
La auténtica izquierda es internacional e integradora, no nacionalista –ergo la CUP y ERC no lo son–; su bandera: la solidaridad y la unión entre pueblos. Por eso a mí no me cautivan ni fronteras, ni patrias, ni himnos. Me defino como ciudadano del universo y mi “patria” está donde están los que amo.
El nacionalismo es un acto de fe colectivo que forja su irracionalidad territorial en líneas sobre un mapa y no en porosas fronteras de enriquecedores intercambios étnicos y culturales. Para no debatir de lo real, explota el victimismo emocional –con agravios reales e inventados– y hace de su ficción una realidad que adultera la historia fabricando una identidad opuesta donde la pureza de lenguaje y cultura derivan en exclusión y odio.
Para refutarlo se necesitan Democracia y Verdad –con mayúsculas–, ningún agravio más. La izquierda, que con su indulgencia ha contribuido a reforzarlo, debería ser la solución; pero jamás dar apoyo a quien antepone territorio y raza a igualdad y derechos. Que continúe siendo patrimonio de la derecha.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Mediterráneo: la gran fosa común

El goteo de muertos en el Mediterráneo es continuo. Aylan yace muerto en la orilla
El goteo de muertos en el Mediterráneo es continuo. Aylan yace sin vida en la orilla
¿Pero qué hago aquí, Dios mío? Todo el dinero que pedí prestado a mis vecinos para llegar a Europa, ¿lo podré devolver algún día? ¿Merecerán la pena los peligros corridos o habrán sido una locura? Me siento como un pelele sin voluntad propia al que fueran a mantear… como si no tuviera capacidad de acción… simplemente me dejo arrastrar en el torrente de acontecimientos: asustado, metido en esta barcaza de mala muerte atestada de otros muchos que, como yo, van en busca de una oportunidad, de un futuro que poder construir. En esta noche sin luna, plagada de estrellas, puedo oler sus miedos. Puedo ver sus enormes ojos blancos exageradamente abiertos. Percibo el brillo del sudor que, en pequeñas gotas, perla sus frentes... Me doy cuenta de que tirito –no sé si de frío o de estrés–, mis manos están heladas pero sudorosas. Comparto sus temores y angustias: nos hallamos en medio del agitado mar tratando de entrar en un país que no es el nuestro de forma ilegal, la única que podemos. Sé que no hacemos nada malo. No comprendo por qué no podemos viajar a donde queramos. Es arbitrario e injusto. Los ricos y poderosos sí pueden. ¿Qué nos diferencia? ¿El dinero? ¿Acaso no somos seres humanos como ellos? En esta barcaza abarrotada de personas, las enormes olas, con sus crestas blancas sobre el oscuro telón de la noche, que en un barco de línea ni se dejarían sentir, resultan sobrecogedoras. Me pregunto una vez más para qué tanto riesgo, ¿por qué?... Sí, ya sé: para buscar un futuro mejor a mi prole, para dar una esperanza por la que vivir a mi familia que ahora siento tan desgarradoramente lejana. Mi familia... qué palabra tan evocadora de gratos y felices momentos... Pero, ¿qué ocurre? ¿Qué son esos focos? Aquellos gritos lejanos vienen de otras barcas como la nuestra. ¡Dios mío! ¿Qué hacéis? ¡No os lancéis al agua! ¡Quietos! ¡Vais a volcar el bote! ¡No sé nadar! Si me ocurre algo, ¿qué será de mis hijos y mi mujer anclados en la miseria y sin esperanza?... Esto se vuelca. ¡Qué alguien me ayude!...
Entretanto Juanito, que hace sus deberes en su confortable hogar ante un globo terráqueo físico, observa abstraído el mundo como lo que es: algo insignificante y sin las fronteras disgregadoras que dibujan los hombres.
Al día siguiente, en el desayuno el padre de Juanito lee en el periódico la trágica noticia del naufragio de unas pateras en la cercana costa y llega a la conclusión de que lo único que puede ayudar a solventar esta inmoralidad, de la que todos somos algo responsables, es un desarrollo justo, equilibrado y verdadero, henchidor de anhelos y esperanzas en las zonas deprimidas del hermoso, aunque irracional, planeta que habitamos.

martes, 28 de noviembre de 2017

La privatización solapada de las pensiones

Parte de una cartel en defensa de las pensiones públicas
Parte de una cartel en defensa de las pensiones públicas
A pesar de que España no tiene un problema de gastos –44 % vs 49% en la eurozona–, el Gobierno da un paso más en la privatización encubierta de las pensiones haciendo atractivos los planes privados a la juventud. Con la excusa de que la gente tendrá pensiones privadas, se bajarán, por activa o pasiva, las públicas, cercenando considerablemente este derecho.
En nuestro país la presión fiscal –ingresos– es del 35% vs el 41% en la eurozona. El único riesgo que corren las pensiones es la firme voluntad política de marchitarlas –subidas muy por debajo del IPC, empleos de bajos salarios, rebajas fiscales, tarifas planas,…– para corroer la hucha de pensiones y fomentar el negocio de los planes privados sin garantizar su cobro. ¿Habrá rescate en el futuro? El Ejecutivo debería subir los tributos a las grandes empresas y fortunas que contribuyen ridículamente, prohibir los paraísos fiscales y abandonar el itinerario privatizador, cuyo falso y ácido relato cala en el inconsciente de la juventud.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Corrupción… ¿del siglo pasado?

Casos de corrupción del PP
¿Del siglo pasado? ¡Vamos, hombre!
Afirma M. Rajoy que los casos de corrupción del PP “son del siglo pasado”. ¡Hombre!, aunque indiciariamente a la minoría mayoritaria de este país no le importa que le roben, al resto, no nos tome el pelo. A mi parecer, desoír las denuncias internas, anunciar conspiraciones si ven la luz, destruir pruebas cuando se investiga, apoyar a los señalados, recusar jueces, tratar de anular procesos, recurrir fianzas, presentarse como acusación particular para obstruir el caso, silenciar cuando pregunta la Fiscalía, responder “no recuerdo, no me consta, lo desconozco” al interrogatorio del juez, abandonar a los antes arropados cuando se enreda la cosa, lamentarse de la lentitud de la justicia y anunciar machaconamente que siempre colaboran con ella, es una forma de encarar el cáncer de la corrupción –ésta sí– propia del milenio pasado.
¿Ordena usted estas artimañas? Si no, póngales coto y asuma su responsabilidad; porque la culpa in vigilando mantenida en el tiempo se torna cooperación necesaria.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Cumbre del Clima: otro fiasco más

Cumbre del Clima: otro gran fiasco que pone nuestro planeta contra las cuerdas
Definitivamente, con esta inacción política, la Tierra se va al carajo
Entienden los científicos que tras décadas de emisiones de gases de efecto invernadero, el calentamiento ya es imparable. A pesar de acudir a la Cumbre del Clima de Bonn –la vigésimo tercera– con el objetivo de que la temperatura media del planeta no supere en 2 grados centígrados a la de la sociedad preindustrial o el desastre, ésta se clausuró con resultado insuficiente y nula concreción. Todo se somete, de nuevo, a la buena voluntad de los países signatarios; pero existiendo intereses económicos de por medio, quedará en nada.
La verborrea se tornará catástrofe para el planeta y la fauna y flora que lo habitamos. La realidad implacable –sequías, desertización, hambrunas, migraciones, subida del mar, clima extremo…–, de la mano de la inacción política, está aquí para quedarse. Año tras año, como en una noria sin fin alimentada por los gases de efecto invernadero, soportamos el más cálido desde que existen registros. Y España sin prescribir el carbón. Desolador ecocidio en marcha.