Los incendios forestales, un crimen que destruye la vida, presente y futura. |
Tristemente este verano la árida España arderá por los cuatro costados, y según parece batiendo récords. Los recortes presupuestarios tienen mucho que ver con el imprudente estado de abandono de nuestros montes. Han acarreando reducción de personal, escaso desbroce y mínima renovación del material antiincendios. Pero, dicho esto, a mí me surge la duda de si en realidad los incendios forestales no serán fruto de la reforma de la Ley de Montes que el Partido Popular aprobó en julio de 2015 con su mayoría absoluta. Sólo recordar que este cambio permite a las autonomías recalificar zonas forestales quemadas “cuando concurran razones imperiosas de interés público de primer orden”.
Así visto, seguramente la Ley esté cumpliendo sus ocultos fines y se esté especulando ya con futuros terrenos a calcinar. Con urgencia, y aprovechando que el PP hoy gobierna en minoría, sus señorías deberían prohibir toda recalificación de los terrenos abrasados.
Así visto, seguramente la Ley esté cumpliendo sus ocultos fines y se esté especulando ya con futuros terrenos a calcinar. Con urgencia, y aprovechando que el PP hoy gobierna en minoría, sus señorías deberían prohibir toda recalificación de los terrenos abrasados.