Cartel de la ONU para conmemorar el Día Mundial de la Justicia Social |
Para lograr una convivencia pacífica y próspera hay que imposibilitar toda discriminación, ya sea por motivos económicos, de género, raza, religión, edad, discapacidad, etc., en otras palabras, es perentorio administrar Justicia Social potenciando el Estado de bienestar, erradicando la pobreza, distribuyendo la renta, garantizando la igualdad de oportunidades y blindando derechos.
Estos objetivos justos y morales se pueden lograr con una herramienta maravillosa, aunque totalmente desaprovechada, capaz de transformar el mundo, que tenemos a nuestro alcance desde 1948, la Declaración Universal de Derechos Humanos. A pesar de que los 193 países integrantes de la ONU la han ratificado, nada obliga a su cumplimiento y es mero papel mojado al ser solo una declaración de intenciones.
En un mundo tendente al neoliberalismo global que imposibilita la transición hacia una sociedad más justa, social y sostenible, habría que dotar a esta Declaración de un rango superior de obligado y universal cumplimiento, favoreciendo así que en un futuro reine en el mundo la Justicia Social.
Estos objetivos justos y morales se pueden lograr con una herramienta maravillosa, aunque totalmente desaprovechada, capaz de transformar el mundo, que tenemos a nuestro alcance desde 1948, la Declaración Universal de Derechos Humanos. A pesar de que los 193 países integrantes de la ONU la han ratificado, nada obliga a su cumplimiento y es mero papel mojado al ser solo una declaración de intenciones.
En un mundo tendente al neoliberalismo global que imposibilita la transición hacia una sociedad más justa, social y sostenible, habría que dotar a esta Declaración de un rango superior de obligado y universal cumplimiento, favoreciendo así que en un futuro reine en el mundo la Justicia Social.