Con impertinencia, inmadurez y despotismo terminó la única rueda de prensa concedida por Donald Trump en seis meses. Esto solo acaba de comenzar y es la primera de las muchas conferencias que, por su modo de ser, darán grandes titulares.
El Presidente electo trató de amilanar a los periodistas al vetar y arremeter con toda su mala educación contra la CNN, la BBC y BuzzFeed acusándoles de generadores de “noticias falsas”.
Evidentemente el vanidoso Donald Trump conoce la función que los medios responsables deben cumplir en una democracia: informar y cuestionar el poder con honestidad y rigor. Por eso, durante su mandato intentará acallar la disidencia. Los periodistas, como aventuró la valiente Meryl Streep en su audaz discurso durante la pasada gala de los Globos de Oro, necesitarán apoyo para salvaguardar la verdad y lograr que los poderosos respondan por sus actos.
Trump es Trump y no va a cambiar. Ya la revista “The Economist” alertó en marzo que su llegada a la presidencia supondría el sexto mayor riesgo global. Bien, pues aquí está y ese peligro se llama Donald Trump.
El Presidente electo trató de amilanar a los periodistas al vetar y arremeter con toda su mala educación contra la CNN, la BBC y BuzzFeed acusándoles de generadores de “noticias falsas”.
Evidentemente el vanidoso Donald Trump conoce la función que los medios responsables deben cumplir en una democracia: informar y cuestionar el poder con honestidad y rigor. Por eso, durante su mandato intentará acallar la disidencia. Los periodistas, como aventuró la valiente Meryl Streep en su audaz discurso durante la pasada gala de los Globos de Oro, necesitarán apoyo para salvaguardar la verdad y lograr que los poderosos respondan por sus actos.
Trump es Trump y no va a cambiar. Ya la revista “The Economist” alertó en marzo que su llegada a la presidencia supondría el sexto mayor riesgo global. Bien, pues aquí está y ese peligro se llama Donald Trump.