La libertad de Ayuso siempre ha estado vacía de contenido |
A la “ilustre alumna” Ayuso no le gustó el abucheo de la Complutense; tampoco la acampada para condenar el genocidio palestino que perpetra el Estado israelí, y por eso redacta una ley que sancionará económicamente a las universidades si sus alumnos hacen escraches o acampadas.
Pero el argumento esgrimido, al retrotraernos a tiempos dictatoriales, intimida aún más: «mantener el “decoro” y el “respeto a la legalidad” en los campus y sancionar a las universidades al “definir unos límites” que “no se pueden cruzar” para garantizar una óptima vida universitaria». También se prohíbe la “ocupación de espacios universitarios” y de “la vía pública” si impide la libre circulación. Solo escucharlo me eriza la nuca.
En las universidades públicas madrileñas no existe problema de convivencia sino de escasez presupuestaria.
La “libertad” vacía de contenido en boca de la derecha, solo cava trincheras ideológicas. Su libertad es la de fumar, torturar animales como espectáculo y cañear en los bares.