domingo, 21 de abril de 2024

Garamendi, ultraliberal 2.0


 

Garamendi 2.0 (ultra... liberal)
Garamendi 2.0 (ultra... liberal)
Reclama Garamendi «en interés de la transparencia, que los trabajadores deberían recibir sus cotizaciones e ingresarlas en la Seguridad Social». En el fondo de estas palabras pronunciadas por el alto representante de la patronal, subyace un viejo adagio del ideario ultraliberal: el fomento del negocio privado por encima de todo, aún a costa de la salud y la vida de la gente.  Es decir, lo que abogan los ultraliberales es fuera impuestos, yo le pago, y usted cotice y contrate con quien quiera –costoso para el ciudadano, boyante para los negocios, como se demuestra en EE.UU.– y, si el día de mañana enferma y tiene que vender su casa para pagar el hospital, o solicitar un crédito para que su hija vaya a la universidad, o que cuando se jubile se convierta en pobre de solemnidad, o…, es su problema.
Ya que estamos abogando por la «transparencia», ¿por qué no se ingresa en la nómina de los trabajadores los beneficios empresariales y que estos los abonen a sus empresas para que «sean conscientes» de cómo, en demasiadas ocasiones, los sangran?
Menos demagogia, señor Garamendi.

martes, 16 de abril de 2024

Estoy estupefacto

 

Entre Rusia, Israel y Hamas, el mundo al borde del desastre nuclear
Entre Rusia, Israel y Hamas, el mundo al borde del desastre nuclear

Sin duda Irán es una teocracia dictatorial execrable; pero eso no debe impedirnos condenar las violaciones al derecho internacional cometidas por Israel. Ahora se censura, como no puede ser de otra manera, la respuesta iraní al ataque israelí a su consulado en Damasco que asesinó a un general y cinco altos miembros de la Guardia Revolucionaria iraní; pero ¿por qué occidente no condenó de igual manera el ataque preliminar israelí al consulado? Y, ¿cómo es que normalizamos que Israel responda al ataque de repuesta en legítima defensa de Irán, solo para tapar el genocidio que está llevando a cabo en Gaza con frialdad programada? ¿Estamos locos o somos una panda de hipócritas?
Israel perpetró una flagrante violación de las normas internacionales provocando la respuesta iraní ante la falta de condenas de occidente. Si continuamos dando pábulo a las tropelías de Netanyahu y despreciando las normas universales de convivencia que nos hemos dado, este mundo se irá al garete.

domingo, 14 de abril de 2024

Netanyahu no va a parar

 

Netanyahu, un criminal luchando por su supervivencia
Netanyahu, un criminal luchando por su supervivencia

El primer ministro israelí, cuestionado internamente por su corrupción y sus reformas legislativas para eludir la justicia, utiliza la guerra como salvavidas. Si decidiera acabarla, no tendría más remedio que convocar unas elecciones que perdería y, también con ello, diría adiós a su salvoconducto.
Atrapado en su encizañado laberinto mental, Netanyahu calcula que no le queda otra que continuar el genocidio y, si es capaz de ampliar el marco de la guerra implicando a Irán, mucho mejor. Así, paradójicamente, la expansión del conflicto le afianzaría en el poder –por eso mata a 3 hijos y 4 nietos del político negociador de la organización terrorista Hamas–, y EE.UU., hoy presionado por la entrega de armas al “exterminador de Gaza”, le apoyaría sin fisuras.
Por tanto, debemos perder toda esperanza de que este conflicto acabe y cruzar los dedos para que la barbarie no escale.
Sólo EE.UU. negándole su apoyo sería capaz de detener el insoportable horror de la sinrazón y la inhumanidad.

miércoles, 10 de abril de 2024

Israel: genocidio premeditado

 

La bandera israelí está manchada de sangre palestina inocente
La bandera israelí está manchada de sangre palestina inocente

Ante la pasividad de gran parte de la comunidad internacional, Israel continúa su frío y planificado genocidio: más de 33.000 muertos –13.000 niñas y niños, 12.000 mujeres, 8.000 hombres, 200 cooperantes– y más de 75.000 heridos y mutilados.
Ahora se monta el revuelo, no por esas criminales cifras, sino por el asesinato premeditado de 7 colaboradores –ellos y sus vehículos iban identificados y se había comunicado al ejército israelí sus horarios e itinerarios– de la ONG WCK del chef José Andrés. No ha sido un error. Conocedores de que las organizaciones humanitarias suspenderían su ayuda al ser consideradas objetivos de guerra, se ejecutó para hacer del hambre un arma más para su genocidio. Israel actúa perversamente en el asedio de Gaza y desprecia el derecho internacional bombardeando el consulado iraní en Damasco.
Si aún queda ética, la comunidad internacional debe detener a Israel, y reconocer ya un Estado palestino, tal y como mandata la resolución 181 (II) de la ONU desde 1947.

domingo, 7 de abril de 2024

Mónica Oltra: la injusticia una vez más

 

Hartos de la Justicia lenta y sesgada
Hartos de la Justicia lenta y sesgada

Cuando por ética, esa de la que la derecha carece, en 2022 dimitió ya lo advirtió: «Esto pasará a la historia de la infamia política, jurídica y mediática». El juez, dos años después, no ha encontrado «un solo indicio de que se dictaran instrucciones u órdenes para ocultar los hechos».
Mónica Oltra, azote del corrupto PP valenciano, fue sometida sin ningún indicio a un linchamiento moral público por la totalidad de la caverna más reaccionaria política, mediática y judicial, que la consideró un objetivo más –ya ocurrió con Victoria Rosell, Alberto Rodríguez, Podemos…– para obtener el poder.
El daño está hecho y es imposible repararlo. Tanto, que tuvo consecuencias electorales. Al archivo de la causa, deberían dedicarle las mismas portadas, titulares y tiempo de tertulias que en su día a la ignominia. ¿Pedirán perdón? Es retórica pura, claro que no. Jamás lo hacen.
La justicia no actuó igual con un tal “M. Rajoy”, del que jamás se supo quién era. Así, lenta y sesgada, la justicia no es justicia.

miércoles, 3 de abril de 2024

¿Qué está sucediendo?

 

El cociente intelectual baja y la derecha se aprovecha de ello
El cociente intelectual baja y la derecha se aprovecha de ello

Unos creen que la Tierra es plana; otros que está hueca. Aquellos invierten en el humo de las criptomonedas. Estos son negacionistas del Holocausto; esos de las vacunas. Consumidores a los que ya no les vale con pagar los más de 10.000 euros que cuesta el bolso más barato de una firma de lujo –pueden sobrepasar los 30.000 euros–, sino que además deben demostrar su compromiso con la marca y haberse dejado anteriormente un pastón porque si no, no se lo venden. Muchos ciudadanos de Corea del Sur adoptan, cuidan y decoran a rocas como mascotas… y otras tantas extravagancias similares, incluso más asombrosas, como sin duda es la de que cientos de millones de trabajadores de todo el mundo, España incluida, voten a la derecha que les recortará derechos para poder bajar impuestos a los “desafortunados” ricos y a las grandes empresas, al tiempo que les induce astutamente a pagarse sanidad y educación privadas, para engordar las cuentas de sus tutores: los millonarios.
Vivir para ver, ver para creer.

domingo, 31 de marzo de 2024

El voto femenino aún resiste

 

Las mujeres saben que la izquierda mejora el mundo, menos mal
Las mujeres saben que la izquierda mejora el mundo, menos mal

Recientes estudios demoscópicos, basados en los últimos comicios celebrados en el mundo, demuestran que el voto femenino, de momento, resiste el ímpetu de la derecha extrema. En España, afortunadamente, también. Mientras el apoyo a partidos ultraderechistas principalmente viene de hombres —el doble que mujeres—, ellas en su mayoría votan a partidos de centroizquierda o izquierda.
Menos mal que las mujeres tienen cabeza y, mientras ven y comprenden la amenaza real a los derechos conquistados que representan los ultras, saben quiénes se preocupan por lograr la igualdad y dónde se halla la empatía, la sensibilidad, la justicia social, el progreso, la grandeza moral, el debate inteligente y las libertades.
En Argentina, aunque por poco, fueron mayoría las mujeres que votaron a Massa, insuficiente ante el maremágnum del voto viril a Milei.
Otro reducto al ascenso de la derecha extrema lo conforma la gente mayor, perfecta conocedora de lo que realmente son.
Hay que insistir: «Al diente de la serpiente: ¡cierra la muralla!».