Ya está bien de mantener este ridículo y desfasado horario |
Tal vez solo con anular el cambio de hora franquista –fue el dictador quien, en 1940 y para igualarse a los territorios ocupados por la Alemania nazi, adelantó 60 minutos el huso horario–, tendríamos hábitos más similares a los europeos.
En la España continental y dada nuestra longitud en el mapa, lo racional sería emplear el huso horario de Greenwich y no el de Europa Central –¿o no es ridículo tener idéntica hora que, por ejemplo, Macedonia, más de 2.100 km al este en línea recta?–, e igualarnos con Reino Unido, Portugal o nuestras bellas islas Canarias.
Y, si me apuran, mantenernos para siempre en el horario invierno para no cambiar más; así nuestro ritmo circadiano —que dirige nuestra cadencia de sueño y vigilia— estará afinado con el ciclo solar, sin soportar cada seis meses un trastorno añadido que afecta a niños, personas mayores y enfermos. Es el momento de abordar, con rigor y madurez, el sentido del huso horario que mantenemos y sus cambios estacionales.