Las petroleras encendieron la mecha, ¿se podrá apagar? |
Desde la década de los 50 del pasado siglo, las petroleras saben que la quema de combustibles fósiles causa daños irreversibles a nuestro planeta y sus moradores y, en lugar de alertar del ecocidio planetario, pagaron a lobbies para negar sus efectos.
Y, por participar en una «campaña de décadas de engaño» sobre el cambio climático y el coste de decenas de miles de millones de dólares que las autoridades estatales han tenido que abonar para hacer frente a los daños provocados al medio ambiente y la salud de las personas, el estado de California demanda en los tribunales a cinco de las mayores compañías de petróleo y gas del mundo.
Esta demanda abre el camino a que otros países acusen a sus petroleras para que sean ellas las que sufraguen el cambio a las energías verdes, al margen de posibles y multimillonarias indemnizaciones por el daño causado.
Aunque, opuesta a la implacable realidad, gran parte de la derecha mundial ansia revertir las políticas climáticas (“dictadura activista” las tildó Feijóo en su debate “embestidura”, ¡anda que si llega a salir!) –y en Europa lo están logrando con ayuda de los lobbies–.
Las autoridades nacionales, autonómicas y locales deberían ir poniéndose las pilas para no ser ellas las próximas demandadas si no hacen nada para proteger la salud pública.