El negacionismo no ayuda en nada a resolver las injusticias |
De golpe, tras el detestable episodio racista sufrido por el jugador de futbol Vinicius, nos damos cuenta que España tiene un gravísimo problema de racismo; como no hace tanto nos dimos cuenta que también lo tiene de machismo y homofobia, por no hablar del de negacionismo que no reconoce ninguna iniquidad. Y es que, tantas décadas de franquismo, seguidas de años de transición y no ruptura –transición e inicios de la democracia tutelada por militares que demoraron durante lustros la regeneración–, traen estos lodos. Da miedo ver a la masa dejarse arrastrar con ese odio carente de sentido para desahogar sus frustraciones.
Para ponerle remedio y crecer como sociedad, mantener la venda en los ojos no ayuda. Si no se es tajante, sino tolerante culpando a la víctima, tenemos un problemón, ¿o no tienen impedimentos los que, con otro color de piel, tratan de alquilar un piso o conseguir un trabajo?
Todos los estamentos de la nación deben perseguir y condenar el racismo. Está claro que nadie nace con fobia al diferente. Es algo que se forja en el entorno social con discursos de odio, como el de Vox. Y si un 15% de españoles les vota, tenemos un problema grave de racismo. Por eso hay que denunciarlo y denunciar a quienes, como el PP con sus pactos, flirtean y blanquean sus actos.