La ley de Secretos Oficiales ha qudado obsoleta |
Al PP no le atrae la pluralidad. Es un hecho. Formas de pensar distintas a la suya, le da alergia, les estalla el cerebro. Por eso bloquea desde hace años la renovación de órganos institucionales y judiciales o la Comisión de Secretos Oficiales que, en su artículo 3 ordena que cualquier materia clasificada como secreto obliga al Gobierno a «facilitar la información recabada a un Diputado por cada Grupo Parlamentario que serán elegidos por la Cámara por mayoría de tres quintos». ¿Qué parte de «un Diputado por cada Grupo» no entendieron Feijóo y Casado?
La realidad es que, como al PP le estorban muchos grupos parlamentarios, no quiere ni verlos y, por eso veta sistemáticamente que los diputados propuestos se aprueben por mayoría de tres quintos. Así, y solo por su filibusterismo recalcitrante en incumplir los reglamentos, se ha tenido que modificar –no es concesión a nadie, es la ley– el supracitado artículo para que se apruebe por mayoría absoluta, que es lo democrático.