En realidad, a la derecha bullanguera no le preocupa la lengua, sino que teme el significante de aquellas palabras en las que subyace un concepto de igualdad y de justicia.
Por eso critican la “matria” –sin tilde, al contrario de como la escribe el Defensor del Español, Toni Cantó–, o el “tod@s” y tantas otras que persiguen la reflexión y enmienda al machismo y desigualdad existentes en la sociedad.
Matria, es una palabra culta que, entre otros, emplearon Plutarco, Unamuno o Borges, y que protege, acoge y cuida con sus servicios sociales a los más débiles sin discriminar, sino reivindicando la igualdad de tod@s para diferenciarse del concepto belicista y excluyente de la palabra patria.
Algunos creen que el amor a la patria es agitar banderas contra alguien, tener dinero en paraísos fiscales o saquear las arcas del Estado.
La matria, por contra, busca el bien común y la justicia social para que sus gentes prosperen en igualdad de oportunidades logrando erigir un auténtico vínculo afectivo donde todos ayuden y aporten en la medida de sus posibilidades.
Por eso critican la “matria” –sin tilde, al contrario de como la escribe el Defensor del Español, Toni Cantó–, o el “tod@s” y tantas otras que persiguen la reflexión y enmienda al machismo y desigualdad existentes en la sociedad.
Matria, es una palabra culta que, entre otros, emplearon Plutarco, Unamuno o Borges, y que protege, acoge y cuida con sus servicios sociales a los más débiles sin discriminar, sino reivindicando la igualdad de tod@s para diferenciarse del concepto belicista y excluyente de la palabra patria.
Algunos creen que el amor a la patria es agitar banderas contra alguien, tener dinero en paraísos fiscales o saquear las arcas del Estado.
La matria, por contra, busca el bien común y la justicia social para que sus gentes prosperen en igualdad de oportunidades logrando erigir un auténtico vínculo afectivo donde todos ayuden y aporten en la medida de sus posibilidades.