La derecha pretende apropiarse de símbolos e instituciones |
Para copar titulares que descabalguen los de la horrorosa gestión de la pandemia por la beligerante Ayuso, Cs y PP se rasgan las vestiduras por unas oportunas críticas al Rey y se lanzan a la caza de miembros del Gobierno. Se equivocan de bando y presa. Fue Carlos Lesmes, presidente del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, quien situó al jefe del Estado a los pies de los caballos desvelando confidencias.
Las críticas son normales en democracia. Y, desde la lealtad, éstas son siempre útiles. El monarca, como cualquiera, no es intocable. Pero Casado, en un batiburrillo de ideas, clama que así se «destruye a la nación». En la misma diatriba, y erigiéndose una vez más en paladín de la Carta Magna que incumple con el bloqueo de órganos judiciales desde hace 2 años, de nuevo ataca el proyecto de memoria democrática que tanto repelús le produce.
En fin… La nación se destruye cerrando los ojos y acallando problemas; pero sobre todo con la derecha apropiándose de monarquía, Constitución y bandera.