jueves, 17 de septiembre de 2020

Insuperable Ayuso

Díaz Ayuso encarna la ineptitud más absoluta
Díaz Ayuso encarna la ineptitud más absoluta
Ni los recortes, ni la mermada atención primaria, ni las urgencias colapsadas, ni la escasez de rastreadores, sino la inmigración es la culpable del aumento exponencial de contagios por covid-19 en Madrid.
Ayuso lo tiene muy claro: «es por el modo de vida que tiene nuestra inmigración»; y apostilla, «sí, su forma de vivir». Alarma que la presidenta, en un discurso en sintonía con el de Vox, haya encontrado en la inmigración su cabeza de turco.
Aguado, ¿qué opinas?
Señora Ayuso, los inmigrantes, al contrario que usted, no pueden pasar la pandemia en un gran piso de lujo a un precio regalado. Por desgracia, el capitalismo también abusa de ellos con empleos basura y míseros sueldos que los obliga a vivir apiñados en pisitos de barrios superpoblados, coger un metro atestado o trabajar en bares donde la clientela fuma y pasa de mascarilla porque usted hace la vista gorda a estos irresponsables.
Pero puede estar tranquila, ya tiene a su culpable y puede bajar impuestos a los ricos. Así nos va.

martes, 15 de septiembre de 2020

La derecha y la eutanasia

La derecha siempre quiere frenar el progreso
La derecha siempre quiere frenar el progreso
Para tapar sus prejuicios religiosos, PP y Vox embrollan creando falsos dilemas en temas profanos. Así tratan de frenar la ley de eutanasia que no obliga a nadie. Y lo hacen hablando de «suicidio asistido» o «solución final», como si paliativos y eutanasia fuesen incompatibles. Aquellos son óptimos si el enfermo a pesar de su agonía anhela vivir sin dolor físico. ¿Pero qué ocurre si hay tortura psíquica? ¿Con qué se sana? ¿Con fármacos aletargantes el resto de la vida? El tormento mental que conlleva la enfermedad terminal es insufrible; y si alguien no lo soporta, la eutanasia es la salida para no implicar penalmente a quien lo asista. A nadie se le impone morir ni liquidar a un ser querido para librarlo del intolerable sufrimiento, en uno de los mayores actos de amor y, paradójicamente, más desgarradores que puedan darse.
Demasiadas zancadillas, que una vez aprobada la ley olvidarán para servirse de ella como hicieron con el divorcio, el aborto o el matrimonio homosexual. ¡Fariseos!

domingo, 13 de septiembre de 2020

Los fuera de la ley

El hedor es tan nauseabundo que en Génova se platean la mudanza. Y no porque el tufo les incomode, sino porque les desagrada que los hayan pillado.
El hedor es tan nauseabundo que en Génova se platean la mudanza. Y no porque el tufo les incomode, sino porque les desagrada que los hayan pillado.
Presuntamente el Gobierno de Rajoy, con dinero de todos y sirviéndose del aparato del Estado para beneficio propio, zancadilleaba a la justicia y a la oposición. Este modo “miserable” y depravado de instrumentalizar el poder para perpetuarse a toda costa, destapa una trama de intereses espurios en el Partido Popular.
Indiciariamente, a la corrupción y saqueo de las arcas del Estado se suma ahora una mafia orquestada desde la cúpula del PP, para ocultar y destruir pruebas de corrupción que le perjudicaran y para elaborar otras falsas que pusieran en aprietos a la oposición. El hedor es tan nauseabundo que en Génova se platean la mudanza. Y no porque el tufo les incomode, sino porque les desagrada que los hayan pillado.
Es lo peor: que los delincuentes sean delincuentes, pase; pero que quien es garante de la ley se dedique a vulnerarla… Perentoriamente debe suspenderse de empleo y sueldo a los funcionarios conocedores de la maquinación hasta que haya sentencia. O se acaba ipso facto con los comportamientos mafiosos, o la mafia acabará con la democracia. Lo acaecido desuela el alma al tiempo que demuele los cimientos del Estado de derecho.
Lo sucedido, aunque hoy Casado –en la ejecutiva cuando los hechos acontecían–, como ayer Rajoy, calle, eche balones fuera o se niegue a condenar, es actualidad, no es pasado; porque el pasado, como decía Faulkner, jamás se muere y ni siquiera es pasado.

jueves, 10 de septiembre de 2020

Patriotismos

 

El patriotismo es un sentimiento falso
El patriotismo es un sentimiento falso

El patriotismo teórico, abstracto e impostado, el que pregonan derecha y nacionalistas, es algo inmaterial y, por tanto, intangible. Se basa en sentimiento, bandera, tradición –muchas veces cruel– y frontera. Algo tan irreal como es tener el pecho henchido de orgullo a espurios ideales atávicos que, erigiendo a unos ciudadanos en superiores a otros, logra dividir y separar: nosotros frente a los otros.
Ante este patriotismo egoísta y etéreo, habría que edificar otro real, tangible, y firme cual roca; un territorio con tanta justicia social que ni el nacionalismo desee secesionarse: el patriotismo efectivo que levanta un país fraternal con otros pueblos, auténtico, democrático, con leyes justas; una nación solidaria y comprometida donde nadie, «por razón de nacimiento, sexo, raza, religión o cualquier otra condición», sea abandonado a su suerte; un Estado que camine respetando la diversidad a un futuro lleno de esperanza e ilusión.
Esa, y no otra, ha de ser la patria que debemos levantar.

martes, 8 de septiembre de 2020

Justicia ad hoc

Entre unas cosas y otras el PP es un partido anticonstitucional, como ya sabemos por su negativa en 1978 a la Constitución
Entre unas cosas y otras el PP es un partido anticonstitucional, como ya sabemos por su negativa en 1978 a la Constitución
De nuevo el PP, como es habitual cuando no ostenta el poder, paraliza la renovación del Consejo General del Poder Judicial para no poner en riesgo su preeminencia y mantener en la cúpula judicial, la mayoría absoluta que carece en el Parlamento y que le faculta a nombrar jueces vitalicios en el Tribunal Supremo. Desde que debió haberse renovado en diciembre de 2018, el PP ha designado una cincuentena de miembros, incluyendo una docena de jueces “jóvenes” en el Tribunal Supremo que permanecerán en el puesto 20 o 30 años hasta su jubilación, para hacer frente a las numerosas corrupciones y tramas que afectan a su partido. Justicia ad hoc. Casado, que sigue sin asumir las urnas, inventa grotescas excusas que revelan su anticonstitucionalidad bloqueando la renovación de un sinfín de órganos. Una táctica marrullera contra el Gobierno legítimo de la nación que moldea una vergonzosa anomalía democrática. La Constitución, que tanto enarbola para agredir, es rotunda: renovación cada 5 años.

domingo, 6 de septiembre de 2020

¿Lo dices en serio, Gabriel?

Aunque muchas veces Gabriel tiene razón en lo que dice, a veces patina
Aunque muchas veces Gabriel tiene razón en lo que dice, a veces patina

Sostiene Gabriel Rufián que «no es que Ciudadanos sea incompatible con Esquerra, es que es incompatible con la izquierda».
Bueno… aunque en realidad lo que importa es qué se pacta y no con quién, la segunda parte de la frase, cogida a bote pronto, es razonable. Lo que chirria es que sale de labios del portavoz de un partido que se dice de izquierdas y que, además de ser contrario al internacionalismo socialista, rasgo identificador del movimiento progresista, forma parte en Cataluña de un Gobierno de coalición con JxCat, que es de derechas como Ciudadanos; o incluso más, como el PP. Baste recordar mayo de 2011, con las protestas masivas y el asedio al Parlament para reprobar la corrupción y los brutales recortes en sanidad y educación que ponía en marcha el Govern de la Generalitat de Artur Mas.
A pesar de que la política, como bien dijo el propio Gabriel, consista en cabalgar contradicciones, hay algunos argumentos que chirrían.
Prudencia, Gabriel.

viernes, 4 de septiembre de 2020

Así nos va en Madrid

La irresponsabilidad individual y colectiva, unida a la inacción de la mayoría de la policía, tanto municipal como nacional, están logrando que la pandemia campe a sus anchas
La irresponsabilidad individual y colectiva, unida a la inacción de la mayoría de la policía, tanto municipal como nacional, están logrando que la pandemia campe a sus anchas
 3 de septiembre, 12 de la mañana. Con mi nieta de 3 años paseo por la calle de Fernando el Católico. Nos vamos a cruzar con un joven que está sentado en el alféizar de una tienda mientras habla por el móvil con la mascarilla de “sujetapapadas”. Aparcado junto a él un coche de la policía municipal con la ventanilla bajada. Me dirijo al conductor, su compañero está dentro de un garaje, haciéndole ver que el joven está sin mascarilla. «Es que está hablando por teléfono», responde. Le informo que yo, cuando uso el móvil, no me quito ni me bajo la mascarilla. «Bueno, es que hace un momento estaba fumando», le disculpa ante mi sorpresa. «Pues haberle multado porque en esta acera es imposible mantener la distancia de 2 metros» le digo. A todo esto, el joven en cuestión, permanece totalmente ajeno metido en su conversación. El agente, que no logra evadirse de mi insistencia y claramente incómodo, decide llamar la atención al joven para que use la mascarilla, sin más.
Así nos luce el pelo en Madrid... y en España.