Portada de la revista satírica El Jueves, número 2030 del 18 al 24 de abril de 2016 |
Afamados próceres españoles que vanidosamente presumen de banderita en pulseras, tirantes, relojes, cinturones o solapas, se envuelven en ella y utilizan la Constitución como arma ofensiva para injuriar al contrario mientras detentan cuentas o empresas en paraísos fiscales, sicavs tributando al 1% o han sido fiscalmente amnistiados. A diario, su amor a la enseña les hace saquear cuanto pueden a la verdadera patria, la que no es de tela de paño sino de pensiones, colegios, hospitales, paro... Con vehemencia nos abruman con himno y bandera para callarnos. La lista de expoliadores es larga pero idéntico modus operandi: defensa del neoliberalismo, ser los únicos que adoran fervientemente a la nación, amor incondicional a su cartera y tener por patria un paraíso fiscal erigido con lo que roban mientras privatizan, recortan derechos y arrasan el Estado de bienestar. Lo dijo el poeta inglés Samuel Johnson, «el patriotismo es el último refugio de los canallas».
Sí, son patriotas de chichinabo.
Sí, son patriotas de chichinabo.