El PP cree tener el mandato divino de gobernar |
El Partido Popular cree que el poder le pertenece por mandato divino. Si tiene mayoría absoluta, es despiadado con la oposición, pero si gana sin lograr la mayoría y su costal de corrupción le complica pactar, exige que gobierne el más votado. Si no es el más votado pero tiene socio blanqueante, apostata de lo dicho y apela al parlamentarismo para ejercer el “precepto divino”. Entonces cede competencias, habla catalán en la intimidad o llama a ETA Movimiento Vasco de Liberación. Y si es apartado definitivamente del poder se trastorna de tal manera por tamaña impiedad que, dejando de lado lealtad y patriotismo, exacerba la política y emponzoña la convivencia durante toda la legislatura, a sabiendas de que esta crispación tensa la sociedad, origina inseguridad económica que engendra paro y aumenta el descrédito institucional e internacional. Pero tiene un comodín: cuando se aproximan elecciones, modera su conducta y se presenta como fuerza sensata a sus votantes. Y a fe que lo logra.