La Iglesia y Franco: historia de amor |
En su adiós, Renzo Fratini, nuncio del Vaticano en España y 10 años calladito, larga perlas mostrando su parecer y supina ignorancia de nuestra historia. En ellas, dice que Franco, según unos, «liberó a España de la guerra civil» y que «Dios lo juzgará». ¡Hombre!, pues si es por eso, abolamos los tribunales que ya sentenciará Dios.
Señor Fratini, al César lo que es del César… Cuando hable en calidad de nuncio, debería opinar de lo divino, que de lo humano ya lo haremos los mortales. Le diré que Franco inició una guerra civil con un golpe de estado contra un gobierno democrático y, por tanto, fue culpable de la muerte de cientos de miles de personas de ambos bandos. Al finalizar la guerra, y con absoluto desprecio a los Derechos Humanos, cosificó a la mujer y prolongó la represión 36 años más hasta acallar, por medio del crimen y el terror, cualquier tipo de disidencia. Su consabida paz se cimentó en el silencio sepulcral de los cementerios.
En serio, ¿que Dios juzgue? Largo lo fiais.
Señor Fratini, al César lo que es del César… Cuando hable en calidad de nuncio, debería opinar de lo divino, que de lo humano ya lo haremos los mortales. Le diré que Franco inició una guerra civil con un golpe de estado contra un gobierno democrático y, por tanto, fue culpable de la muerte de cientos de miles de personas de ambos bandos. Al finalizar la guerra, y con absoluto desprecio a los Derechos Humanos, cosificó a la mujer y prolongó la represión 36 años más hasta acallar, por medio del crimen y el terror, cualquier tipo de disidencia. Su consabida paz se cimentó en el silencio sepulcral de los cementerios.
En serio, ¿que Dios juzgue? Largo lo fiais.