miércoles, 30 de abril de 2025

Hipocresía y cinismo: el doble rasero de Feijóo

 

Feijóo tiene más cara que espalda
Feijóo tiene más cara que espalda

Es sencillamente insultante que Alberto Núñez Feijóo se atreva a hablar de transparencia y a exigir responsabilidades al Gobierno de España por el reciente apagón, cuando él mismo practica un silencio cómplice ante la opacidad de Carlos Mazón. ¿Dónde queda su supuesta defensa de la verdad y la rendición de cuentas cuando se trata de uno de los suyos?
Y mientras el Ejecutivo comparece públicamente de forma reiterada para informar y dar explicaciones a la ciudadanía, en forma convincente y seria asegurando que todo se sabrá, Feijóo guarda un silencio miserable y cobarde ante las incógnitas que rodean al presidente de la Generalitat Valenciana. ¿Dónde estuvo Mazón el 29 de octubre? ¿Qué hizo? ¿Por qué no muestra la factura de El Ventorro y su listado de llamadas? ¿Qué es lo que pretende ocultar?
Feijóo exige transparencia a los demás, pero no se atreve a exigirla en su propia casa. Es el tipo de cinismo político que degrada la confianza pública y convierte la ética en una herramienta de conveniencia partidista. Y lo peor: lo hace con una arrogancia que insulta la inteligencia de los ciudadanos.
Si de verdad cree en la rendición de cuentas, que empiece por exigirle a Mazón, si se atreve, las explicaciones que tanto reclama al resto. De lo contrario, sus palabras no son más que ruido vacío y vergonzoso oportunismo.

jueves, 24 de abril de 2025

El gen necio XIV

 

Contrails en el cielo primaveral de Madrid
Contrails en el cielo primaveral de Madrid

El virus de la desinformación se propaga cual plaga sin escrúpulos, y así el gen necio se expande y multiplica por el mundo.

–¡Nos fumigan desde los aviones! ¡Lo veo a diario con mis propios ojos! ¿Es que no notas el cielo cada vez más raro? Esos rastros blancos no son normales. El cielo parece una pizarra altamente tóxica.
–Claro, claro… Lo que tú ves son “contrails”, estelas de condensación. Se forman cuando los aviones vuelan a gran altura y el vapor de agua que sale de los motores se congela en pequeños cristales de hielo debido a las bajas temperaturas. Nada raro, solo ciencia básica. Ya sabes, eso que aprendes en el cole.
–No, no, no. Eso es lo que quieren que creas. He leído a gente muy respetable –tienen canales en YouTube y todo– que asegura que esos rastros llevan químicos. Nos están controlando. O envenenando. O impidiendo que llueva. O todo a la vez. ¡Es un plan maquiavélico y global, pero increíblemente mal ejecutado porque les hemos pillado!
–No existe evidencia científica que respalde la idea de que los aviones estén liberando productos químicos de manera intencionada. Las teorías conspiranoicas suelen nacer de malentendidos, ignorancia, desinformación o un deseo vivo de sentirse parte de algo importante.
–¡Ja! ¡Exacto! Lo niegas porque lo hacen en secreto. Y tú eres tan ingenuo que confías en la ciencia.

Lo dicho: el gen necio.

lunes, 21 de abril de 2025

Si quiere impuestos justos vote con cabeza

 

Votar es un acto cívico que requiere una gran responsabilidad
Votar es un acto cívico que requiere una gran responsabilidad

Los impuestos no son un castigo: son la base de una sociedad más justa. Por eso el mantra populista de bajar impuestos que la derecha repite infatigablemente, es una trampa. Aunque reducir impuestos a las clases trabajadoras es más que deseable, solo debe hacerse cuando las grandes fortunas y corporaciones tributen de forma justa y efectiva como el común de los mortales. Según el informe Oxfam Intermón de 2023, publicado en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, con datos proporcionados por UBS, el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el 95%.
Ante semejante obscenidad, cabe preguntarse: ¿por qué quienes más sufren la precariedad respaldan opciones políticas que encubren recortes al Estado de bienestar?
La respuesta está en el discurso, seductor pero engañoso, que los conservadores usan como bandera sobre la bajada de impuestos; pero omiten que los recortes afectan a servicios fundamentales como la sanidad, la educación o las pensiones con efectos devastadores para la mayoría. Por tanto, no debemos votar a quienes nos bajan unas migajas en impuestos, mientras perdonan ingentes cantidades a los más poderosos a base de recortar servicios. Tenemos que entender que con los impuestos se financian hospitales, colegios, pensiones, infraestructuras, programas de desempleo y políticas de igualdad. Y, sobre todo, debemos votar con conciencia a aquellos que defienden que los grandes poderes –empresas e individuos– que más tienen –y tienen más porque obtienen beneficios desproporcionados a través de prácticas abusivas, fijando precios muy por encima de lo ético por sus productos, de ahí las cifras milmillonarias–, contribuyan de manera justa y en mucha mayor medida a fortalecer el Estado de bienestar, tal y como establece el principio de progresividad fiscal recogido en el artículo 31 de nuestra Constitución.
Solo así construiremos una sociedad en la que los derechos no dependan del bolsillo, sino del compromiso colectivo con la justicia redistributiva.

jueves, 17 de abril de 2025

El gen necio XIII

 

Los necios: un peligro para las democracias
Los necios: un peligro para las democracias

El virus de la desinformación se propaga cual plaga sin escrúpulos, y así el gen necio se expande y multiplica por el mundo.

–Este Gobierno pretende intervenir el mercado de la vivienda y pisotea la libertad de mercado. El mercado se regula a sí mismo.
–Oye, el derecho a una vivienda digna no es algo negociable. Se recoge en nuestra Constitución y los poderes públicos deben luchar contra la especulación. Todos los seres humanos han de tener acceso a un lugar donde vivir sin tener que enfrentarse a precios desorbitados que los obliguen subsistir en condiciones impropias. La vivienda no puede ser vista como simple mercancía y, aún menos, como producto de lujo. Es un derecho básico que está fundamentalmente ligado al bienestar y la seguridad de las personas. Por eso es urgente limitar los precios e instituir políticas públicas que regulen el mercado y promuevan viviendas sociales.
–No, la solución no está en intervenir el mercado. Si se lo deja funcionar libremente, los precios se ajustarán. La competencia genera eficiencia y, al final, si hay más demanda de viviendas, los promotores construirán más, lo que hará que los precios bajen.
–El mercado solo se preocupa por maximizar las ganancias. Y lo que estamos viendo desde hace décadas es una especulación inmobiliaria infernal que está dejando a miles de personas sin acceso a una vivienda. Los precios suben sin control, mientras los salarios no siguen el ritmo.
–Lo mejor es un mercado libre para permitir la entrada de constructores privados, que son los que pueden generar soluciones más rápidas y efectivas.
–Hoy tenemos un problema estructural profundo que requiere soluciones urgentes y políticas públicas claras. Si seguimos esperando a que el mercado se “ajuste”, habrá más gente sin casa. La vivienda digna debe ser un derecho para todos, no una mercancía para unos pocos.
–No estoy de acuerdo. ¡Viva la libertad de mercado!

Lo dicho: el gen necio.

domingo, 13 de abril de 2025

China y el PP

 

Pedro Sánchez, presidente de una España soberana
Pedro Sánchez, presidente de una España soberana

Hace meses que Pedro Sánchez tenía previsto su viaje oficial a China. No fue improvisado. No responde a ninguna provocación geopolítica repentina. Sin embargo, un beligerante y vengativo Trump cambió el contexto. En medio del aumento de tensiones comerciales entre Estados Unidos y el resto del mundo, especialmente con el gigante asiático —con advertencias tan torpes como la del secretario de Estado estadounidense, quien aseguró que «acercarse a China sería como cortarse el cuello»—, la visita del presidente español se ha convertido para los carcas en una supuesta traición a los intereses occidentales.
Se olvidan de que España es un país soberano. Y lo sigue siendo gobierne quien gobierne. No puede —ni debe— plegarse a los designios de ninguna potencia extranjera, por muy aliada que sea. Lo que hace Pedro Sánchez no es otra cosa que ejercer una política exterior autónoma, responsable, y en este caso, también alineada con la UE, como abanderado de una posición común europea, en contacto directo con la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen, que pronto también visitará China.
No es la primera vez que un presidente del Gobierno español pisa suelo chino para reforzar lazos comerciales. Aznar lo hizo. También Rajoy. Incluso Feijóo, cuando era presidente de Galicia, viajó para buscar acuerdos e inversiones. Ninguno de esos periplos fue tildado de sumisión ni de error estratégico. ¡Ah!, pero cuando lo hace la izquierda, las voces del PP se alzan con hipocresía, mentiras y sumisión al poderoso.
La crítica no se basa en el fondo, sino en el autor. Si Sánchez hubiera cancelado el viaje por presión estadounidense, también lo habrían acusado de rendir la soberanía española a intereses ajenos. Y eso es precisamente lo que está en pasando: una visión instrumental de la política exterior, utilizada como munición para el combate interno. El PP siempre tiene que criticar.
Es muy preocupante el tic automático con el que el PP responde a cada movimiento del Ejecutivo. No hay análisis, ni propuesta alternativa. Solo crítica automática, desgaste constante, falta de respeto, búsqueda del titular fácil. A esto se suma el discurso aún más estridente de Ayuso, que convierte todo en nauseabundo campo de batalla ideológico, donde rinde pleitesía al poderoso y pisotea al débil.
España no puede permitirse ese tipo de política. Y menos cuando el tablero internacional exige inteligencia estratégica, autonomía y visión a largo plazo. En lugar de arrastrarse ante las amenazas de Washington o de usar cada viaje para desgastar al rival político, haríamos bien en exigir altura de miras a quienes aspiran a gobernar.
Porque la soberanía se defiende con hechos, no con discursos huecos, banderitas ni pulseritas.

jueves, 10 de abril de 2025

¿Qué hace Hungría en la UE?

 

La UE debe cuidar el respeto de los tratados internacionales
La UE debe cuidar el respeto de los tratados internacionales

Todos los países de la Unión Europea han ratificado el Tratado de Roma de 1998 y, por tanto, están sujetos a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional (CPI), especialmente en lo que respecta a la lucha contra la impunidad de crímenes internacionales, como genocidio, crímenes de guerra, y otros. Por ello, me sorprendió enormemente que Hungría recibiese al criminal de guerra Netanyahu sin detenerlo, cuando es su deber hacerlo y entregarlo a la CPI, que lo busca por crímenes de guerra y de lesa humanidad. Y no contento con esto su presidente, el ultraderechista Viktor Orbán, anunció la retirada de Hungría de dicha institución.
Las leyes y las instituciones internacionales son mecanismos civilizados que nos hemos impuesto colectivamente para resolver conflictos y evitar la barbarie. No podemos elegir respetarlas solo cuando nos conviene ni amenazar con despreciarlas o abandonarlas en función de intereses políticos.
Frente a esta situación, cabe preguntarse: ¿qué hace Europa ante este desafío? ¿Por qué no expulsa a Hungría de la Unión Europea? ¿Y la CPI? ¿Pondrá en búsqueda y captura a Orbán por encubridor?
Algunos me dirán: “Pobres húngaros, ¿qué culpa tienen?”. Su “pecado” radica en haber votado a un líder que ha pisoteado los principios democráticos fundamentales. Mientras el encubridor Orbán continúe en el poder, Hungría no debería formar parte de la UE. Y cuando el pueblo húngaro elija a un presidente que respete la democracia y los principios fundamentales que la Unión Europea defiende, podrá solicitar su reincorporación, y será aceptado nuevamente. Pero hasta entonces, su lugar está lejos de la comunidad europea.

domingo, 6 de abril de 2025

La Internacional Reaccionaria y Fascista

 

El PP, caído en la trampa de Vox, también ha entrado en la Internacional Reaccionaria y Fascista
El PP, caído en la trampa de Vox, también ha entrado en la Internacional Reaccionaria y Fascista

Marcados por el resurgimiento de movimientos fascistas y reaccionarios que se expanden por todo el mundo, vivimos tiempos cada vez más oscuros. Este abominable fenómeno no se da en un universo paralelo, sino que es una realidad tangible, que alimentan líderes con ansias imperialistas que responden a intereses financieros privados y ven la política no como un medio para mejorar la vida de las personas, sino como un negocio para enriquecer a unos pocos a costa del bienestar colectivo.
Esta Internacional Reaccionaria busca consolidar un nuevo orden donde las grandes corporaciones dominen el mundo y, en lugar de promover el bienestar social, su objetivo es someter a las sociedades a una estructura de poder extremadamente jerárquica, con un pequeño grupo de magnates tecnológicos erigidos como señores feudales modernos. Desde sus posiciones de poder, estos magnates pretenden gobernarnos mientras dictan nuestras vidas y decisiones a través de sus vastos imperios empresariales. Si lo logran, la promesa de progreso y prosperidad se desvanecerá, dejando a la mayoría de la población como simples siervos, dependientes de la protección y las migajas interesadas que nos arrojen unos pocos privilegiados.
Lo que está en juego es mucho más que una lucha económica; es una guerra por la propia democracia. Este auge del fascismo se alimenta de una profunda degeneración moral, que busca desmantelar las bases democráticas y reemplazarlas por un régimen de autocracia plebiscitaria, donde el poder ya no se base en la voluntad del pueblo, sino en una manipulación sistemática que aliene a las mayorías en favor de intereses elitistas.
El peligro de este movimiento no radica solo en su naturaleza autoritaria, sino en el daño irreversible que ya causa en el tejido social y político. Si permitimos que el fascismo siga ganando terreno, nos enfrentaremos a una regresión histórica, donde los avances en derechos humanos y democráticos se desmoronen, dejando un futuro sombrío de control absoluto y opresión.
Es crucial permanecer alertas para defender la libertad, la justicia y la igualdad ante la creciente amenaza de este nuevo totalitarismo.

miércoles, 2 de abril de 2025

El gen necio XII

 

Cada vez más necios
Cada vez más necios

El virus de la desinformación se propaga cual plaga sin escrúpulos, y así el gen necio se expande y multiplica por el mundo.

–El universo y la vida fueron creados por Dios hace entre 6.000 y 10.000 años.
–¡No!, ¿qué dices? El universo tiene 13.800 millones de años, la Tierra 4.500 millones y los primeros vestigios de vida microbiana sobre su superficie surgieron hace unos 3.500 millones de años y, a partir de ahí, fue evolucionando.
–¡Anda ya! La vida es demasiado compleja para haber surgido por procesos naturales, fue diseñada por Dios en su forma actual y, por tanto, es mentira que evolucionaran a partir de formas más simples.
–Si aplicáramos a tu creencia el método científico, no aguantaría ni un minuto. La evidencia nos dice que todos los seres vivos están emparentados y han ido divergiendo a partir de un ancestro común y transformándose durante millones de años. La evolución es un fenómeno natural paulatino probado que puede observarse y experimentarse.
–Estás loco. ¿Cómo osas contradecir lo que la Biblia divulga?

Lo dicho: el gen necio.