La justicia española aun tiene muchísimos ramalazos franquistas |
Desde hace cinco años y medio el PP incumple la Constitución con el bloqueo del CGPJ para politizar la justicia, judicializar la política y doblegar la soberanía popular al margen de las urnas. Por eso el juez Peinado entra ahora en campaña con un procedimiento, cuando menos, inusual basado en denuncia falsa sobre unos hechos jurídicos que no se sostienen. Toda la acción del Gobierno legítimo –al que califican de ilegítimo–, todos los avances, todas las grandes leyes, las medidas progresistas que mejoran la vida –en realidad es lo que no tragan–, de ahora y de siempre –reforma laboral, eutanasia, educación, anti desahucios, ley “trans”, ley “rider”, solo sí es sí, renta mínima, piquetes sindicales, antitabaco, igualdad, carnet por puntos, listas paritarias, matrimonio homosexual…– han sido votadas en contra y recurridas al Constitucional, como lo fueron otras en el pasado.
Mientras no acepten la democracia y pretendan retener lo que constitucionalmente no les corresponde, niegan la naturaleza de la misma democracia: el reconocimiento del resultado electoral.
Creer en la democracia solo cuando les favorece, no los convierte en demócratas.