El PP, con un pasado y presente franco-negacionista, no es de fiar |
El PP, a cambio de apoyar a Cuca Gamarra como presidenta de la mesa del Congreso, ofreció a Vox un puesto en la misma. Minutos antes de las votaciones, el PP supo que Junts votaría a Francina Armengol y que, por tanto, la opción de Gamarra decaería. Como el apoyo de Vox sería estéril, decidieron revocar su pacto y dejarlo fuera de la mesa. Son bellacos, retorcidos y no tienen palabra. Se valieron de Vox —«esa formación política de la que usted me habla», Gamarra dixit— como un clínex de usar y tirar. Es la naturaleza del PP. Por su pasado dictatorial, odia y no sabe pactar y, en cuanto pueden, dejan de «hablar catalán en la intimidad», de acercar presos de ETA a Euskadi y de hacer “concesiones” a las autonomías.
Son mentirosos y manipuladores; como los ingresos que Feijóo trató de ocultar mintiendo en repetidas ocasiones: declaró cobrar 70.121 € como senador. Ocultó, hasta ser descubierto, 39.260 € más como presidente del PP, y «nada más», dejó entrever. Ahora hemos sabido que de nuevo ocultó otros 31.850 € como portavoz del Senado.
El PP no es de fiar, es su idiosincrasia. Cuando está solo, por algo es.