El PP, un partido trumpista |
Trump, para eludir sus causas judiciales pendientes, está dispuesto a sumergir su país en una guerra civil. Es lo que ocurre cuando se vota a un maníaco fascista, machista recalcitrante y xenófobo empedernido que, por interés personal y negocios, busca la polarización sociopolítica y deslegitima la justicia, el FBI, el Congreso o la maquinaria electoral. Personaje altamente tóxico, este ególatra empedernido distorsiona la realidad a diario mintiendo compulsivamente –más de 22.000 contabilizó el Washington Post, 20 al día durante su presidencia–. Siempre ha sido un peligro para la democracia.
¿Y qué decir de sus seguidores? Trump dijo: «Podría disparar a gente en la Quinta Avenida y no perdería votos». Esta sinrazón sería suficiente para no votarlo; pero, a pesar de estar llamándoles imbéciles manipulables, obtuvo 74 millones de papeletas.
Aquí, la derecha civilizada afea su conducta, pero su disonancia cognitiva les impide ver que el PP se comporta de modo inquietantemente similar.